Hoy se siguen usando dichos nombres por facilidad, aunque los historiadores dudan que fuesen los autores reales.
En particular, la corriente gnóstica aportó la mayor parte de estos textos, así como las comunidades judeocristianas.
Es así que muere por nuestros pecados; es sepultado y al tercer día resucita de entre los muertos conforme él mismo había predicho.
Se aparece a sus doce apóstoles (además de otras personas) durante cuarenta días.
Con su muerte se restauran los lazos de amor quebrados desde la desobediencia de los primeros padres y se abren las puertas del cielo (que hasta ese momento se encontraban cerradas) en beneficio de todos aquellos que sigan su palabra, esto es, «El amor a Dios sobre todas las cosas y el amor al prójimo como a sí mismo».
En total, la expresión «evangelio» se usa en setenta y seis ocasiones en el Nuevo Testamento.
Existe en Priene una inscripción dedicada a Augusto, fechada en el año 9 a. C., en que aparece esta palabra con un sentido muy similar al que después le dieron los cristianos; tras celebrar la aparición (epiphanein) de este emperador divinizado como salvador (soter) de la humanidad, dicho texto termina así:
Del elevado número de evangelios escritos en la Antigüedad, la Iglesia solo aceptó cuatro y se consideran canónicos.
Tres de los evangelios canónicos, Marcos, Mateo y Lucas, presentan entre sí importantes similitudes.
Según esta teoría, Marcos sería el evangelio más antiguo de los tres y el que habrían utilizado como fuente Mateo y Lucas, lo que puede explicar la gran cantidad de material común a los tres sinópticos; sin embargo, dado que los evangelios se escribieron en momentos y lugares diferentes, no habría sustento en ello.
Por ejemplo, sería extraño que el autor del evangelio de Marcos fuese discípulo de Pedro porque es el evangelio que peor pinta a dicho apóstol; Jesús llega a llamarle «Satán».
Pues lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Cristo, luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ellos y los varones apostólicos nos lo transmitieron por escrito, fundamento de la fe, es decir, el evangelio en cuatro redacciones, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan».
Los textos de los evangelios no se fijaron inmediatamente, sino que fueron evolucionando y aparecieron diferentes variantes hasta al menos el siglo IV.
[17] Uno de los ejemplos más famosos fue el «Diatéssaron», nombre griego que se podría traducir como «formado por cuatro».
Taciano eliminó las repeticiones y armonizó los textos para ocultar las posibles discrepancias que se encuentran en los evangelios.
[17] Estos recursos, utilizados en otros tiempos con cierta frecuencia hasta llegar a ser populares, se han dejado totalmente de lado en la actualidad.