Gnosticismo

Según esta doctrina los iniciados no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Cristo, sino que se salvan mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino, que es un conocimiento superior a la fe.

Los escritos gnósticos florecieron entre ciertos grupos cristianos en el mundo mediterráneo hasta mediados del siglo II, cuando los primeros padres de la iglesia los denunciaron como herejía.

[6]​ Sin embargo, maestros gnósticos tempranos como Valentín creían que sus creencias eran compatibles con el cristianismo.

En el Imperio Persa, las ideas gnósticas se difundieron incluso hasta China a través del movimiento relacionado llamado Maniqueísmo, en tanto que el Mandeísmo (la única religión gnóstica de la antigüedad que todavía sobrevive) sigue aún vigente en Irak, Irán y comunidades de la diáspora.

Una cuestión importante en esta investigación académica es si el gnosticismo debe considerarse una forma de cristianismo temprano, un fenómeno interreligioso o como una religión independiente.

Más aún, otros académicos contemporáneos como Michael Allen Williams y David G. Robertson han disputado si «gnosticismo» es todavía una categoría válida o útil en lo absoluto, o si en cambio era simplemente un término técnico de los heresiólogos proto-ortodoxos para referirse a un grupo dispar de grupos cristianos contémporaneos.

Es un «conocer» interior, comparable con aquél al que invitaba Plotino (neoplatonismo), y difiere de las perspectivas cristianas proto-ortodoxas.

[17]​ El término gnosticismo se derivó del uso del adjetivo griego gnostikos (en griego γνωστικός, «culto», «aprendido», «intelectual») por san Ireneo (c. 185) para describir a la escuela de Valentín como «he legomene gnostike haeresis», la herejía llamada Aprendida (gnóstica).

[20]​ Gershom Scholem describió alguna vez al gnosticismo como «el caso más grande de antisemitismo metafísico».

La ecclesia cristiana (es decir, la congregación, iglesia) era de origen judeocristiano, pero atraía también a miembros griegos, y varias corrientes de pensamiento estaban disponibles, como el «apocalipticismo judaico, la especulación sobre la sabiduría divina, la filosofía griega y las religiones mistéricas helenísticas».

[30]​ Los gnósticos tomaron varias ideas y términos importantes del platonismo,[37]​ usando conceptos filosóficos griegos a lo largo de sus textos, incluyendo conceptos tales como el de hipóstasis (realidad, existencia), ousia (esencia, sustancia, ser), y demiurgo (Dios creador).

Sin embargo, estudiosos especializados en el mandeísmo como Kurt Rudolph, Mark Lidzbarski, Rudolf Macúch, Ethel S. Drower, James F. McGrath, Charles G. Häberl, Jorunn Jacobsen Buckley o Şinasi Gündüz defienden un origen palestino.

[51]​ La influencia del budismo en cualquier sentido, bien en el gnostikos Valentín o en los textos de Nag Hammadi (siglo III) no ha recibido soporte en la investigación moderna, si bien Elaine Pagels (1979) lo denominó una «posibilidad».

[52]​ El gnosticismo cristiano, pagano en sus raíces, llegaba a presentarse como representante de su tradición más pura.

En el siglo XIX se publicaron estudios populares que hicieron uso de textos recientemente redescubiertos.

[61]​ Según Walter Bauer, las «herejías» bien pueden haber sido la forma original del cristianismo en muchas regiones.

[66]​ Una hipótesis alternativa afirma que los autores de Tomás escribieron en el siglo II, cambiando los dichos existentes y eliminando las preocupaciones apocalípticas.

[77]​ Aunque los elcesaitas y los mandeos se encontraban principalmente en Mesopotamia en los primeros siglos de la era común, sus orígenes parecen estar en el valle del Jordán.

Según Nathaniel Deutsch, «la antropogonía mandea hace eco de relatos tanto rabínicos como gnósticos».

Su ritual bautismal eliminaba las consecuencias del pecado y conducía a una regeneración por la que se superaba la muerte natural, causada por estos ángeles.

Sus creencias parecen haber sido eclécticas, con elementos de judaísmo, cristianismo, paganismo, astrología y gnosticismo.

Los valentinianos entendían el conflicto entre judíos y gentiles en la Epístola a los Romanos como una referencia codificada a las diferencias entre psíquicos (personas que son parcialmente espirituales pero que aún no han logrado la separación de la carnalidad) y pneumáticos (personas totalmente espirituales).

Estos movimientos son generalmente considerados como religiones por derecho propio, en vez de emanaciones del cristianismo o el judaísmo.

Si sus críticos son fiables, las concepciones básicas de la cosmología gnóstica se encuentran en las creencias cátaras (más claramente en su noción de un dios creador menor y satánico), aunque aparentemente no le dieron ninguna relevancia especial al conocimiento (gnosis) como una fuerza salvífica efectiva.

[136]​ En la obra chiita ismailita Umm al-Kitab, el papel de Azazil se asemeja al del demiurgo.

Al-Ghazali los caracterizó como un grupo que son chiitas exteriormente pero eran seguidores de una religión dualista y filosófica.

Un ser humano capturado por sus deseos animales, reclama erróneamente autonomía e independencia del «Dios superior», asemejándose así a la deidad inferior en las tradiciones gnósticas clásicas.

Sin embargo, dado que el objetivo no es abandonar el mundo creado, sino simplemente liberarse de los deseos inferiores, se puede discutir si esto todavía puede considerarse gnóstico, o más bien una finalización del mensaje de Mahoma.

[134]​ Es posible que las ideas gnósticas fueron una parte influyente del desarrollo islámico temprano, pero luego perdieron su influencia.

Según Quispel, la gnosis es una tercera fuerza en la cultura occidental, junto con la fe y la razón, que ofrece una consciencia experiencial de este sí-mismo.

Mandeos en oración durante un bautismo.
Sacerdotes del maniqueísmo escribiendo en sus escritorios, con una inscripción en un panel en sogdiano . Manuscrito de Khocho, cuenca del Tarim .
Algunas interpretaciones sufistas describen a Iblís como gobernante de los deseos materiales de una manera que se asemeja al Demiurgo gnóstico.