Ebionismo

[1]​ Los ebionitas aceptaron una cristología adopcionista, viendo por tanto a Jesús como solo un hombre que, en virtud de su rectitud al seguir la Ley de Moisés, fue escogido por Dios para ser el profeta mesiánico, como Moisés.

Los ebionitas, pues, mantenían una cristología «baja», es decir, afirmaban que Jesús era el Mesías pero rechazaban su preexistencia, esto es, que tuviera naturaleza divina y que su nacimiento hubiera sido virginal[2]​ e insistían en la necesidad de seguir los ritos y leyes judías cumpliendo preceptos como la circuncisión, el sábado o las prohibiciones alimenticias (cashrut).

Las últimas comunidades ebionitas podrían haber desaparecido alrededor del siglo V.

Más allá de la pobreza voluntaria, se decía que los ebionitas practicaban el vegetarianismo religioso y baños rituales.

[9]​ En el 180 d. C., Ireneo de Lyon fue el primero en usar el término "ebionitas" para describir una secta herética y judaizante, que calificaba como tercamente aferrada a la ley.

El sermón de la montaña por Carl Heinrich Bloch , 1890.