Su título real no se conoce, sobre la base del tema de la disertación, presentado en 53, 23-26, se le ha dado el título, aunque hay quien lo llama Discurso de la octava y la novena, o bien Discurso sobre la ogdóada y la enneada, manteniendo los términos greco-coptos, porque dicha expresión aparece en la primera línea (52, 1).
La fecha de su composición es posible que sea el siglo II, debido a las semejanzas con ciertas ideas platónicas.
La "Octava" y la "Novena" parte se refieren a los eones de los cielos que rodean la tierra.
Existen otros documentos en los que el nombre del discípulo no se menciona, sin embargo, hay una diferencia esencial: el discípulo que aparece aquí no es un principiante, Hermes ya le ha explicado todo y lo ha detallado en discursos (63, 1-2).
Por tanto, se entenderá que no haya aquí ninguna cuestión de enseñanza corriente.