Basílides (gnóstico)

Según Ireneo de Lyon, Basílides enseñaba que del Dios supremo habían surgido 365 cielos, uno de los cuales -el nuestro- encierra un mundo sublunar y está gobernado por un demiurgo subalterno: el Yahvé de los judíos.

[1]​ Concibe una redención totalmente intelectual, consistente en la súbita revelación (gnosis) de la existencia de Dios, a quien desconocemos por el orgullo inconsciente (esto había de traer consigo una gran ignorancia, que cubriría al Universo y a cada ser humano, y no permitiría conocer otros mundos superiores a este, y solo quedarían los deseos de elevarse por encima de tal condición).

[2]​ La moral de Basílides era austera y aconsejaba abstenerse del matrimonio.

Basílides tuvo numerosos discípulos, tanto en Egipto como en la Europa meridional.

Se distinguió por el uso de expresiones misteriosas y amuletos, como Abraxas.