[1][2] En el Himno de la perla, un príncipe parto relata en primera persona, como si de una narración autobiográfica se tratara, cómo siendo muy joven es enviado por sus regios padres para lograr una difícil tarea: deberá ir al lejano Egipto para encontrar una perla preciosa que es custodiada por una peligrosa serpiente a la que debe arrebatársela.Cuando el príncipe marcha para cumplir este encargo, deja atrás no solo el seguro y lujoso ambiente del palacio real de sus padres, sino también la suntuosa túnica que le confiere su identidad y dignidad principesca.Antes de partir, los padres realizan con el príncipe un pacto: si logra cumplir con lo solicitado, hacerse con la perla valiosa, recuperará su vestidura real y compartirá con su hermano mayor, la herencia del reino.[1][2] Se pone en marcha para el largo viaje, acompañado por dos guías que le dejan una vez llegados a tierras egipcias.Cerca ya de la serpiente pretende esperar a que se duerma para arrebatarle la perla.[1][2] La lengua original del Himno es muy seguramente el siriaco y es considerado anterior en su elaboración a los Hechos de Tomás, es decir sería una interpolación realizada en el apócrifo neotestamentario, lo que viene avalado porque tanto en los manuscritos siriaco como griego, el alegórico poema viene introducido como un himno (madrashe) o salmo (psalmos).[1][2][4][6][13] Y es que en este alegórico poema es expresada, con el ropaje del simbolismo, la soteriología gnóstica que contempla en el hombre la presencia de una chispa, esencial o anímica, que proviniendo del ámbito de lo divino y sometida en este mundo al destino, al nacimiento y a la muerte, puede y necesita ser despertada por la contraparte divina del ser humano - por medio de la Gnosis o Conocimiento introspectivo de lo divino que hay en su interior - recordando su naturaleza original, para ser finalmente reintegrada con su primigenia pureza, al lugar de donde procede.[15][16] En la primitiva literatura cristiana siriaca, el Espíritu Santo era considerado de naturaleza femenina toda vez que el sustantivo que lo significaba, viento o aire, es de género femenino (como ocurre en hebreo, Ruach).[22][23][24] Desde la perspectiva soteriológica referida, la perla del Himno sería en sí misma esa chispa o principio anímico divinal en todo ser humano (por ello la denominación de Himno del alma) que encontrándose caída en el mundo denso, debe ser rescatada, salvada (-por el príncipe- simbolizándose en ello el mito gnóstico del Salvador salvado).Por un lado, alegoriza los aspectos más elevados del propio ser interior, la propia dignidad íntima y transcendental que confiere, al reintegrarse con ella en el camino de regreso a la Casa o Reino del Padre, la perfecta completitud y libertad.[28] La serpiente sibilante, en el contexto del Himno, alegoriza las fuerzas contrarias del error y la ignorancia que, dentro del propio individuo y fuera de él, en el mundo, se oponen a que pueda poseer la perla de su alma (-pues se tiene alma, mas no se posee: “en vuestra paciencia poseeréis vuestras almas”, Lc 21:19).[...] Hicieron conmigo un pacto y lo escribieron en mi corazón para que no lo olvidara: " Si desciendes a Egipto y logras traer la perla única, la que está en el fondo del mar, cerca de la serpiente sibilante, [entonces] vestirás de nuevo tu túnica brillante y la toga que cae por encima de ella, y con tu hermano, el más próximo a nuestro rango, serás heredero de nuestro reino."
Manuscrito siríaco del s. IX.
El Himno de la perla
se encuentra en uno similar del s.
X
, preservado en la Biblioteca Británica,
BM Add 14645
.
Fotografía del siglo
XIX
de
las dos grandes columnas de Edesa
, ciudad clave del
cristianismo sirio de los primeros siglos
.
Primeras estrofas en siriaco del
Himno de la Perla
de los
Hechos de Tomás
. De la obra "
Apocrypha Anecdota, Second Series, Texts and Sudies contributions to Biblical and Patristic Literature, “The Hymn of the Soul” contained in “The Syriac Acts of St. Thomas
” de Anthony Ashley Bevan, editado por J. Armitage Robinson, University Press Cambrigge, 1897. El siriaco, al igual que el
hebreo
y el
árabe
, se escribe de derecha a izquierda.