Los esenios (en hebreo: אִסִּיִים isiim; en griego: εσσηνοι, εσσαιοι o οσσαιοι; essenoi, essaioi, ossaioi) eran los miembros de una secta judía, establecida probablemente desde mediados del siglo II a. C. tras la revuelta macabea, y cuya existencia hasta el siglo I a. C. está documentada por distintas fuentes.
Sobre el origen de la palabra «esenio» se han tejido varias hipótesis: puede provenir del vocablo griego «ὅσιος» (ossios: ‘santo’, ossa: ‘santos’), o ser una referencia al griego hasidei (‘piadosos’), en arameo hesé.
[3] Tras la Revuelta Macabea (166-159 a. C.), que habían apoyado pero cuyos resultados finales no compartieron, se retiraron al desierto para «preparar el camino del Señor», bajo el mando de un nuevo líder, el Maestro de Justicia.
Este personaje, del que se especula más gracias a los manuscritos del Mar Muerto, actuó hacia el 150 a. C. y se habría opuesto al ordenamiento como Sumo Sacerdote de Jonatán Macabeo, hermano de Judas Macabeo, al considerar que había abandonado la fidelidad a Dios.
[10] Sus seguidores marcharon a Qumrán, sitio que los integrantes de la comunidad llamaron Damasco.
Según este autor, parte de los esenios no se casaban, pero otros por el contrario sí lo hacían.
Se ha especulado con que Jesús de Nazaret y Juan el Bautista tenían relación con ellos o incluso pertenecían al credo:
Sin embargo, Jesús estaba en Jerusalén desde dos meses antes, cuando había ido a la Fiesta de las Tiendas (Juan 7:2-10).
Considera atípico que personas que hubiesen coexistido en vida comunitaria de manera parca y frugal ―contrario a la ley de la Torá― no aparezcan mencionados en fuentes hebreas o griegas.
Los qumranitas se designaban como «los pobres», mientras los saduceos pertenecían a la crema de la sociedad rica y aristocrática.