Según Pierre-André Taguieff, Renan es «el verdadero fundador del antisemitismo erudito (o antisémitisme savant) en Francia, un antisemitismo no político, estrictamente especulativo, que no hace ningún llamamiento a una persecución».
[12] Inicia la carrera eclesiástica en el seminario de Tréguier (1832-1833), donde se le tiene por un alumno «dócil, paciente, diligente, meticuloso y exacto».
Escribe en la revista filosófica y literaria La Liberté de Penser (1847-1851), en la que colaboran, entre otros, Charles Baudelaire, Jules Michelet, Eugène Sue, Jules Simon, Adolphe Thiers y Gustave Vapereau.
[20] A mediados de la siguiente década, empieza a colaborar en las revistas Revue des Deux Mondes (1851) y Journal des Débats (1853), cuyos artículos aparecerán recopilados más tarde en Études d'Histoire Religieuse [Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs; 1857] y Essais de Morale et de Critique [Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs; 1859].
De esta relación, nacen sus hijos Ernest (1883-1914), conocido militar y escritor converso al catolicismo, Henriette [Revault d'Allonnes] (1884-1972), Michel (1887-1917.
Contrajo matrimonio con Suzanne Thibault, hija de Anatole France) y Madeleine [Siohan] Psichari (1894-1982).
[19] Viaja por la antigua Fenicia (Mission de Phénicie; 1864), Egipto (Les Antiquités et les Fouilles d'Égypte; abril de 1865),[27] Damasco, Antioquía, Asia Menor y Grecia (Micenas, Corinto, Atenas…),[28][29] donde compone su celebrada Prière sur l'Acropole.
Su defensa del «[…] viejo espíritu francés contra injustos reproches que vienen tan a menudo de nuestra casa como de la vuestra» produjo tal revuelo tanto en Francia como en Alemania que el flamante académico tuvo que explicar el verdadero alcance de sus palabras mediante un artículo en el Journal des Débats titulado Lettre à un Ami d'Allemagne.
[35] Sus últimos criterios se caracterizan por un cierto «diletantismo místico»[36] («No se puede tachar a Renan de escepticismo ni en esta etapa [c. 1848] ni más tarde»)[37] que, en todo caso, no parece afectar excesivamente al conjunto de sus ideas.
El futuro presidente de la Asamblea Nacional Édouard Herriot lo recuerda así: Henriette-Marie Renan(22 jul.
[19] Renan tilda a Jesús de Nazaret de «anarquista»:[48] No obstante, parece que no llega a ser excomulgado, aunque su obra fue incluida en el Index librorum prohibitorum.
Renan» había «arrancado un grito unánime de dolor e indignación a la sociedad cristiana».
),[54] el autor ofrece una idea bien distinta del término de la que se venía aceptando, comúnmente, hasta entonces.
[61] Para acabar afirmando: O en otro momento: El islam, por su parte, «[…] es la unión indiscernible de lo espiritual y lo temporal, es el reinado de un dogma, es la cadena más pesada que la humanidad haya cargado jamás».
Por último, en el nivel superior de esta clasificación, Renán coloca la «raza blanca», compuesta a su vez por las razas aria y semítica, que «tienen en común el rasgo soberano de la belleza».
[38] Renan influyó de manera explícita en autores como «Clarín», Palacio Valdés, Blasco Ibáñez o la Pardo Bazán, entre otros.
Se recogen en esta relación algunas de las piezas más destacadas descubiertas por Renan durante sus numerosos viajes especialmente a Oriente Próximo, varias de las cuales se han conservado hasta ahora en el Museo del Louvre, y cuya autenticidad fue puesta en duda en su momento (octubre de 1861) por los denominados ultramontanos.