En su época, y por algunos años durante el siglo XIX, fue considerado un filósofo más importante que David Hume.
Abogó por el realismo directo, o realismo del sentido común, y se opuso enconadamente a la teoría de las ideas o ideísmo por el que abogaban John Locke, René Descartes y, en formas diversas, los filósofos modernos que vinieron tras ellos.
Estableció seis axiomas que constituyeron la base esencial para el razonamiento, todos derivados del «sensus communis».
Reid escribió un importante número de trabajos filosóficos, incluyendo Inquiry into the Human Mind on the Principles of Common Sense ("Investigación en la mente humana en los principios del sentido común") (1764, Glasgow y Londres), Essays on the Intellectual Powers of Man (Ensayos sobre las energías intelectuales del hombre) (1785) y Essays on the Active Powers of Man (Ensayos sobre las energías activas del hombre) (1788).
En 1844, Schopenhauer elogió a Reid por explicar que la opinión sobre los objetos externos no resulta de la información en bruto que se recibe de los cinco sentidos: Ediciones al español