Símbolo de impulsos incontrolados, el hipogrifo llevó a Astolfo hasta la luna.La saga Harry Potter lo ha popularizado vivamente a través del personaje de Buckbeak.[3] El antiguo posible origen del hipogrifo no es reconocido por unanimidad entre los especialistas contemporáneos.La posición mayoritaria entre los especialistas (entre otros, el historiador ecuestre Marc-André Wagner) es considerar al hipogrifo como una creación de Ariosto en la continuidad del ciclo carolingio, a inicios del siglo XVI y a fines de la Edad Media.[14] El Simorgh era una criatura gigantesca alada, capaz de llevar sin esfuerzo a un elefante en sus garras.[15] Durante la Antigüedad griega y según Cassandra Eason, los grifos e hipogrifos (sin que este último fuera nombrado explícitamente) serían muchas veces confundidos y ambos tendrían un origen persa, prestados de la mitología del Simorgh.Así, el mito del hipogrifo habría llegado a Europa por mediación de los griegos.[19] En la literatura latina se encuentra una evocación del origen del hipogrifo, más tarde reutilizado por Ariosto, bajo la pluma de Virgilio en sus Eglogas: Virgilio considera que la unión de los grifos con los jumentos era un mal presagio y, según Jorge Luis Borges, significa «la imposibilidad o la incongruencia»[8][2] Mario Servio Honorato, gramático del siglo IV, cuyo comentario sobre Virgilio In tria Virgilii Opera Expositio ha sido perennizado, añade que los grifos son mitad águila y mitad león, habitan en los Monter hiperbóreos[N 1] y son los enemigos formidables de los caballos (hoc genus ferarum in hyperboreis nascitur montibus [...] equis vehementer infesti),[20] sin duda para dar más fuerza a su relato.Jorge Luis Borges agrega que la locución Jungentur jam grypes equis, es decir, «cruzar grifos con yeguas», se volvió proverbial con el tiempo gracias a este comentario.Para los autores del siglo XIX, esta criatura se convirtió un poco en el «Pegaso de la Edad Media»[23] Fue gracias al escritor y poeta italiano Ludovico Ariosto (1474-1533), quien empleó por primera vez el nombre de ippogrifo en su célebre Orlando furioso, que esta criatura pasó a la posteridad.[2] Según el Orlando furioso, se verían algunos hipogrifos, pero en cantidad pequeña, en los montes Ripeos sobre los mares glaciales.[35][25] El Orlando furioso, descrito como una obra mayor inscrita en la continuidad del ciclo carolingio, da nacimiento a numerosas interpretaciones.Ariosto muy probablemente se habría inspirado en textos grecorromanos para componer su obra, aunque ello sea difícil de probar.[4] Varios intentos de interpretaciones sostienen que Ariosto habría plagiado obras antiguas.[45] El solitario es un poema en prosa del simbolista Éphraïm Mikhaël, fechada en 1889, que cuenta la historia de un hombre llamado Stellus.Stellus, que habla el lenguaje de los pájaros y del bosque,[47] viaja y llega a un país donde los habitantes son atormentados por un hipogrifo, monstruoso caballo alado venido de una montaña, que vomita llamas sobre sus cultivos.[48] Varias interpretaciones se enfrentan por este texto, según una de ellas, Stellus monta el hipogrifo para no tener que soportar más a los hombres y, según otra, se sacrificó por amor a la humanidad.Allí, se encontrarían las huellas de sus garras sobre una roca cerca del Mas Carol.[54] La posibilidad de una creencia en la existencia real del hipogrifo, tal como lo describe Ariosto, fue firmemente atacada en un ensayo científico sobre la religión en 1862, que sostenía que un animal así no podía ser una criatura divina ni tener existencia real.[64] El autor esotérico D. J. Conway ve el hipogrifo como una criatura del plano astral, que tiene por función llevar a sus caballeros por la vía espiritual y hacerles vivir fuertes experiencias místicas, particularmente para viajar entre los mundos durante las meditaciones.[65] Si el hipogrifo aparece en la literatura de inicios del siglo XX, recientemente ha vuelto a escena gracias a los juegos de rol, especialmente, Dungeons & Dragons y la saga Warcraft, que lo han incluido en sus bestiarios; y sobre todo gracias a la saga Harry Potter, que lo ha popularizado enormemente ante el público joven y ha permitido un gran resurgimiento del interés por la criatura.[70] Eric Rücker Eddison menciona al hipogrifo en 1922 en su novela El Gusano Ouroboros[71] y Arnold Sundgaard describe en detalle una de estas criaturas en su poema llamado El Hipogrifo: When Mare and Griffin meet and mate Their offspring share a curious fate.As a Horse it likes to graze In summer meadows doused in haze, Yet as an Eagle it can fly Above the clouds where dreams drift by.Como un Caballo le gusta pastar El verano en las praderas que la niebla vuelve húmeda Sin embargo, como un águila puede volar Por encima de las nubes donde desfilan los sueños.[77] En la extensión Cadenas de Promathia del MMORPG Final Fantasy XI, el hipogrifo se puede cruzar y luchar en varias zonas del juego, y en Final Fantasy XIV, estas criaturas son una familia, incluyendo, por ejemplo, el hipocerf.En Castlevania: Symphony of the Night en el PlayStation de Sony, un hipogrifo aparece como jefe.En Suikoden II, el hipogrifo a veces aparece como enemigo en los combates aleatorios en la zona del Castillo Rockaxe.El hipogrifo es una gran criatura voladora del juego de rol Dungeons & Dragons, como una bestia, al igual que su figura legendaria.Particularmente agresivo, es omnívoro, con gran voracidad y no duda en ir tras todos los humanoides para alimentarse.Luchan hasta la muerte para defender sus nidos y sus crías, muy buscadas en muchas áreas porque son excelentes monturas una vez domesticadas.
Olimpia, placa de bronce amartillada y recortada. Grifo amamantando a su cría. Taller peloponeso, 630-620 a. C. Las orejas de caballo están claramente visibles.
Grabado para la
Divina comedia
de
Dante
que representa a un hipogrifo o a un
grifo
. Ilustración de John Flaxman, grabado por Tommaso Piroli.
Division of Rare and Manuscript Collections, Biblioteca de la Universidad de Cornell
, 1793.