Esta exposición marcó un momento culminante que da cierre a un largo periodo.
En la corrida inaugural actuaron Antonio Carmona, el Gordito, Fernando Gómez ''El Gallo'' y Juan Ruiz ''Lagartija''.
Poseía dos plantas, el interior contaba con, además de exquisitas decoraciones en mosaicos y porcelanas, numerosos vitrales de gran colorido y luminosidad, destacándose el que representaba a "La República Francesa recibiendo a la República Argentina", obra de artistas locales.
El ministro Carlos Antúnez fue el encargado de presentar un edificio que representara al país en la Gran Exposición, pidió que el edificio fuera desmontable, para no perder así la inversión y poder trasladarlo a Chile una vez concluida la exposición, planteó que los materiales de la estructura estuvieran compuestos de hierro, acero y zinc, los cuales adquirieron auge con la Revolución Industrial que estaba en pleno auge en ese momento.
El Pabellón tiene una planta cuadrada de 10 por 10 m, con dos pisos de 10 m de altura, que terminan en una gran cúpula vidriada central, junto a otras cuatro cúpulas más pequeñas, que se encuentran en las esquinas En 1894 fue rearmado y montado en el Parque Quinta Normal en Santiago donde aún se conserva y desde 1992 alberga al Museo Artequin.
Fue diseñado por el arquitecto francés Edmond Paulin como un edificio ecléctico de 450 m², combinando la arquitectura neocolonial española y el barroco.
Fue el primer pabellón propio del país en una exposición internacional, y mostró una alta gama de productos, hasta ahora la mayor en la historia de las participaciones venezolanas.