Esta figura también es referida como 'Madre-Padre' (sugiriendo una aparente androginia), 'Primer Ser humano', 'El Triple Nombre Andrógino', o 'Eón Eterno.
Es una de los dioses, "un poder grande del Dios Invisible" (373), unido con Él y con las tres "deidades tres veces poderosas" (379), la madre de Pistis Sophia, luz o cuerpo celestial (13, 128; cf.
Se le describe enigmáticamente por Ireneo como "un eón que no envejece nunca en un espíritu virginal ", a quien, de acuerdo con ciertos "Gnostici", el Padre Innombrable se deseó manifestar, y quien, cuando cuatro seres sucesivos, cuyos nombres expresan el pensamiento y la vida, fueron frente a Él, se llenó de alegría verlo y dio ella misma nacimiento a tres (o cuatro) seres similares.
Siempre se le aparecía a los Arcontes con una apariencia hermosa, de forma que al cautivarlos pudiera recolectar su poder disperso.
Otros, parece agregar Epifanio (78 ss.), contaron una historia similar sobre Prunikos, sustituyendo a Caulacau por Yaldabaoth.
En los dos lugares Epifanio representa la doctrina como si diera origen al libertinaje sexual.
Posiblemente puede ser la Baalti o Baal femenino de varios pueblos semitas, aunque la β intrusiva no se puede explicar fácilmente.
El Espíritu invisible oculto más transcendente no es descrito como participando activamente en la creación.
Esta importancia se refleja tanto en su aparente androginia (reforzada por los varios epítetos que recibe), y en el nombre mismo de Barbēlō.
Varias etimologías verosímiles del nombre (Βαρβηλώ, Βαρβηρώ, Βαρβηλ, Βαρβηλώθ) se han propuesto.