Mani

Si bien sus escritos se han perdido, sus enseñanzas se han conservado parcialmente en manuscritos coptos, procedentes de Egipto, y en textos más tardíos del maniqueísmo que se desarrolló posteriormente en China, principalmente en la región de Turfán (cuenca del Tarim), y en el Turquestán.

Mani (nombre cuyo significado es joya) pertenecía por su origen a la nobleza parta.

Al igual que de otros líderes religiosos del período, de él se dice que obró milagros, llegando a levitar, teletransportarse y realizar sanaciones imposibles.

Durante su vida, los primeros misioneros de Mani difundieron la nueva fe por Persia, Palestina, Siria y Egipto.

Según parece, murió en prisión por orden del emperador sasánida Bahram I.