Priene

La leyenda la hace fundada por Filotas y Épito, hijo de Neileo, en territorio cario.

[3]​ Sometida por el rey Ardis de Lidia,[4]​ pasó a ser parte del imperio persa en 546 a. C.[5]​ A comienzos del siglo V a. C., participó en la revuelta jónica y en la batalla naval de Lade.

A la muerte del rey Átalo III, rey de Pérgamo, en 133 a. C., Priene fue incorporada, como todas las tierras del soberano que fueron legadas por testamento, a la República romana.

Tras un período de desórdenes ligados a la piratería, muy extendida en esta época, la ciudad encontró su tranquilidad a finales del siglo I a. C., en la época del principado de Augusto.

Pero, cortado su acceso al mar por haber desaparecido el brazo que la enlazaba al Meandro, la ciudad perdió poco a poco su atractivo comercial y, consecuentemente, un gran número de habitantes.

Mapa con ciudades griegas de Caria y Jonia, y con islas del Dodecaneso. Priene está en la parte superior, al norte de Mileto.
Afrodita de Priene.
Plano de Priene, período helenístico, con la acrópolis en la parte superior.