Hoy en día muchos eruditos opinan que fue escrito después del Exilio.
En la primera, una devastadora plaga de langostas destruye el país, produciendo una celebración penitencial entre las víctimas.
[2] La enseñanza primordial de este libro es que el arrepentimiento y la penitencia llevan al hombre a reconciliarse con la divinidad.
Dios reserva las bendiciones para los tiempos mesiánicos, por eso Judá sufre tanto ahora.
No hay modo de escapar, excepto por la oración, el ayuno y la penitencia, para implorar a Dios perdón y ayuda hasta que lleguen los gloriosos días en que Su Espíritu se derrame sobre todos los seres humanos.