Coexistía con otra demarcación territorial denominada Marca ("thagr"), que se superponía a las coras en las zonas fronterizas con los reinos cristianos.Las "Marcas" o "thugur" (plural de thagr), en cambio, tenían a su frente un jefe militar llamado qa’id, cuya autoridad se superponía a las autoridades de las coras incluidas en la marca.[5] La demarcación suponía el ejercicio de determinados poderes políticos, administrativos, militares, económicos y judiciales.Algunos autores cifran en 40 el número total de coras que llegó a haber en al-Ándalus,[8] y otras fuentes establecen que su número (excluidas las pertenecientes a alguna de las Marcas) rondaría las 21-23 demarcaciones.Desde los primeros tiempos del Emirato existían las tres Marcas, Superior, Media e Inferior, con sus coras correspondientes, aunque con denominaciones y delimitaciones diferentes, en algunos casos, de las que tendrán más adelante.Aunque los distintos autores que han tratado estas fuentes coinciden en líneas generales, se aprecian algunas diferencias de datación y ámbito entre ellos.Entre Labla y la sierra se situaba el territorio del Andévalo, que en esa época estaba totalmente despoblado.En algunos textos[16] se apuntan otras posibles coras: Formaba parte anteriormente de la antigua circunscripción romana hispalense.Sus ciudades más importantes fueron: Alcalá de Guadaíra, Talyata (Tejada), Al-Sharaf, Tushana (Tocina), Utrera, Curtugana (Cortegana), Almonaster, Aznalcázar, Lebrija y Puebla del Río.Su capital era Al-Yazírat al-Jadra (Algeciras), que era también su principal puerto comercial y de transporte.Su capital, en un principio, fue Medina Arxiduna (Archidona) y, tras la caída del Califato, Mālaqa (Málaga).Con capital en Córdoba, que era una ciudad muy populosa, se dividía en varios iqlim: Wabo (Ovejo), Montemayor, Burŷ al-Hans (Bujalance), Peñaflor, Montoro y Qannit (Cañete de las Torres).Situada en plena campiña, con el río Genil como eje económico y geográfico, se trataba de una cora pequeña pero muy poblada, con la capital en Écija, una importante ciudad amurallada.Tenía en su territorio poblaciones como Usuhuna (Osuna), Istapa (Estepa), Lawra (Lora) o Gilena.Los únicos núcleos destacables, cuyo nombre ha perdurado, eran Marshana (Marchena) y Pardish (Paradas).La más pequeña de todas las coras andalusíes, situada en las estribaciones del sistema Subbético, se sustentaba en el olivar.Además, estaban Lucena, Lukk (Luque), Aguilar, Monturque y Almodóvar del Río.Por el interior, llegaba al norte hasta Priego, al-Qibdat (Alcaudete), al-Uqbin (Castillo de Locubín) y Walma (Huelma).La capital fue inicialmente Pechina, aunque su situación periférica (el valle del Almanzora pertenecía a Yayyán) e interior hicieron que la capitalidad se trasladase a al-Mariya (Almería), que ya contaba con un importante puerto.Algunas fuentes, como López de Coca[33] citan algunas coras que no se recogen en los restantes estudios.Fue creada seguramente tras las reformas administrativas impulsadas por Abderramán I, al proclamar el emirato independiente.No existe unanimidad entre los distintos autores sobre el límite septentrional de esta cora, pues algunos la extienden hasta la región montañosa cercana a Denia, mientras que otros estiman que esta zona perteneció a la cora de Valencia.Tras la caída del Califato, se dividió entre varias taifas: Murcia, Denia (más Baleares) y Granada (910-1031).Durante algún tiempo, al final del Califato estuvo unida a la cora de Balansya.Integrada en la Marca Inferior, se extendía por la actual Extremadura y el sur de Portugal, hasta el océano Atlántico, con capital en la ciudad de Mérida, que le daba nombre, o en Badajoz, según la época.Era una de las más extensas y económicamente pujante, aunque su cercanía a la frontera cristiana le daba un carácter predominantemente militar.Se trataba de una cora poco poblada y económicamente débil, adscrita a la Marca media.La capitalidad de esta cora variará: inicialmente situada en Shantaberiya (Ercávica), después en Uklís (Uclés), más tarde en Walma (Huélamo) y al-Qannit (Cañete), que era la capital en época califal y, finalmente, en Qunka (Cuenca), fundada por al-Mansur en el 999.