La puerta de la ciudad se abre sobre la vertiente menos abrupta donde eventualmente puede desarrollarse un arrabal.
El punto más elevado del lugar soporta un reducto fortificado de extensión modesta, que es en general inferior a 0,5 hectáreas.
Vista desde el exterior, la ciudad parece formada por un recinto único en el que una parte del trazado puede estar ausente cuando el relieve la reemplaza, pero el arrabal fortificado sigue siendo excepcional.
Tras la invasión musulmana de la península ibérica fue denominada Mārtulah (o Mirtolah), que se convertiría finalmente en Mértola.
Los musulmanes dejaron una mezquita de la segunda mitad del siglo XII y una fortaleza.