Mértola estaba rodeada por un sistema de murallas paralelas a las actuales, pero mucho más grandiosas.
[2] La primera referencia histórica de este asentamiento se encuentra en las crónicas del obispo suabo, Idácio, que narró un episodio que data del año 440 d.C., y dedujo la existencia de este lugar fortificado ocupado por suevos y visigodos.
Fue destruido y saqueado por hordas de bárbaros, luego omeyas musulmanes, que reconstruyeron el centro para sus propias necesidades, donde el nombre de Myrtilis fue acortado a Martula.
En 1254, D. Paio Peres Correia expidió la primera carta foral de las regiones.
[2] Esta obra se completó en 1373, con mejoras en las mazmorras y muros.
[2] Sin embargo, las obras persistieron en mejorar las mazmorras y los muros, aunque en menor medida.
El 1 de junio de 1992, la propiedad pasó a ser administrada por el Instituto Portugués del Patrimonio Arquitectónico, en virtud del decreto ley 106F/92 (Diário da República, Série 1A, 126).
Una escalera a lo largo del muro sur da acceso al segundo piso.
[2] En el patio hay una cisterna cubierta con techo abovedado sobre tres arcos.
[2] Las murallas que rodean el asentamiento aún pueden ser identificadas, definidas como un espacio sub-rectangular a lo largo del eje norte-sur, con muros reforzados por torres rectangulares: un gran segmento a lo largo del norte, mientras que la mayoría de las murallas se extienden a lo largo del sur que fluye de la «Torre de Carocha», con una parte orientada a lo largo del Guadiana.