La cerámica [1]es el arte de fabricar vasijas[2] y otros objetos de arcilla u otro material cerámico por acción del calor, es decir cocida a una temperatura superior a los 900 grados.
[2] Su uso inicial fue la fabricación de recipientes empleados para contener alimentos o bebidas.
Más adelante se utilizó para modelar figurillas de posible carácter simbólico, mágico, religioso o funerario.
[nota 3][cita requerida] A comienzos del siglo XVI, el humanista Antonio de Nebrija ya mencionaba el término griego ceramion en un contexto amplio.
[nota 5][11] Además de las diferenciaciones según aspectos geográficos, lingüísticos, sociológicos, económicos, se ha clasificado: La base y los materiales arqueológicos para dichas clasificaciones y su investigación, por convención, son los diferentes productos del trabajo alfarero.
Al estudiar la naturaleza de la materia prima, el fin principal por lo tanto es la tecnología y su procedencia.
Las materias primas de la cerámica son la arcilla, el desgrasante o clastos y el agua.
Algunos autores prefieren denominar la materia prima de la cerámica como tierras, porque las arcillas seleccionadas nunca son puras, están mezcladas con elementos minerales de mayor tamaño o fracciones gruesas, no plásticos o desgrasante.
Es decir, aunque el mayor porcentaje de material sea arcilla, no lo es todo.
También contienen limos y arenas en cantidades variables que serán factores determinantes respecto al tipo de textura.
El tipo de desgrasante en ocasiones era seleccionado según la función que fuese a cumplir la vasija.
Otras variantes fueron los motivos decorativos y los diferentes métodos utilizados para la cocción.
En principio, el torno era solamente una rueda colocada en un eje vertical de madera introducido en el terreno, y se la hacía girar hasta alcanzar la velocidad necesaria para elaborar la pieza.
Surgió en el Neolítico, y su denominación se debe a que estaba decorada con incisiones hechas con la concha del cardium edule, una especie de berberecho.
[cita requerida] La estética griega fue heredada por la Antigua Roma y Bizancio, que la propagaron hasta el Extremo Oriente.
El torno y el horno son los elementos fundamentales e importantes para la fabricación de la cerámica.
Para la cerámica llamada gres se utiliza una arcilla no calcárea y sal.
Otro material importante para otro tipo de cerámica es el caolín mezclado con cuarzo y feldespato.
Para las porcelanas se utilizan los óxidos de potasio, magnesio y aluminio.
La razón, viene dada por la compresión de los poros/agujeros que se han creado en el material.