La decoración en relieve consiste en aplicar arcilla líquida sobre la pieza elegida (vasija, plato, azulejo, etc.) motivos de ornamentación previamente modelados a mano o con molde.
Para la composición de estos relieves se utiliza arcilla, agua, esmalte, grasa, óxidos metálicos y pintura vidriosa.
En la cerámica tradicional hispano-morisca este trabajo se hacía empleando dos técnicas: la de cuenca o arista y la cuerda seca.
Ambas se usaron sobre todo para realizar esmaltados decorativos sobre baldosas o azulejos.
Catalina encargó al artista Bernard Palissy (1510-1590) en el año 1567 la construcción de una gruta en los jardines del palacio.