Azulejo de cuenca y arista

Azulejo de cuenca y arista, cuenca o arista o simplemente azulejo de arista, se denomina a una técnica decorativa en alfarería y cerámica que consiste en la utilización de un molde que se aplica sobre la superficie cerámica cruda y blanda, previamente al proceso de decoración.[1]​ El molde deja un relieve en el barro que se aprovecha para aplicar los colores que forman el motivo decorativo, de esta forma se facilita el proceso de aplicar el color y se evita que se mezclen los pigmentos.Este procedimiento se utiliza desde el siglo xv y sustituyó en gran parte a la técnica denominada ‘cuerda seca’,[2]​ que requería más tiempo para obtener la decoración final de la pieza.La técnica de cuenca o arista se aplicó principalmente en la fabricación de azulejos,[3]​ ya que permite la repetición de los motivos con gran exactitud.Los primeros focos de producción en España en los siglos xv y xvi se situaron en las ciudades de Sevilla, Toledo y Muel.
Azulejos realizados en Sevilla en el siglo XVI con la técnica de cuenca o arista