El obrador es un espacio de trabajo preferentemente artesanal[1] aunque también se aplica a talleres de arte (pintura, escultura, orfebrería, etc.) y a grandes naves laborales de ingeniería y construcción, en especial las relacionadas con el ferrocarril.
Es término de uso común en pastelería, repostería, panadería y alfarería.
[3] También se denomina así al artesano que realiza su oficio en el espacio del obrador.
En todas las culturas ha conformado grupos de trabajo específicos que a su vez generaron organizaciones de tipo gremial,[8] desde la Edad Media y de asociación obrera a partir del siglo XVIII.
[9] El concepto de «obrador», identificado con el espacio artesano o artesanal, ha llevado desde la segunda mitad del siglo XX a generar sucedáneos.