Silicato

Los silicatos son materiales extremadamente importantes, se encuentran en materiales tanto naturales (rocas como el granito o minerales como el granate) como artificiales (como cemento Portland, cerámica, vidrio y cristal líquido), para todo tipo de actividades tecnológicas y artísticas.

La estructura de tales aniones se describe y describe comúnmente como consistente en tetraedros centrados en silicio conectados por sus vértices, de tal manera que cada vértice es compartido por a lo sumo dos tetraedros.

Esta estructura también se ve en el anión hexahidroxisilicato Si(OH)2−6 que ocurre en la thaumasita, un mineral que rara vez se encuentra en la naturaleza pero que a veces se observa entre otros hidratos de silicato de calcio formados artificialmente en cemento y concreto sometidos a un ataque de sulfato severo.

Los silicatos de cationes no alcalinos, o con aniones poliméricos laminados y tridimensionales, generalmente tienen una solubilidad insignificante en agua en condiciones normales.

Existen en solución acuosa, como mezclas de aniones condensados y parcialmente protonados, en un equilibrio dinámico.

y protonación/desprotonación El equilibrio puede desplazarse hacia aniones más grandes al aumentar la concentración de silicato y/o la acidez del medio.

En una preparación típica, se encontró que el ortosilicato monomérico reaccionaba completamente en 75 segundos; pirosilicato dimérico en 10 minutos; y oligómeros superiores en un tiempo considerablemente más largo.

Los geopolímeros son aluminosilicatos amorfos cuya producción requiere menos energía que la del cemento Portland ordinario.

Los silicatos pueden clasificarse según varios criterios, pero las dos clasificaciones más utilizadas en mineralogía se basan en la secuencia de tetraedros: Las subcategorías definidas por estos dos criterios son las mismas y, en la mayoría de los casos, el resultado final también lo es.

En particular, los silicatos son los principales constituyentes de los planetas telúricos del Sistema Solar: Venus, la Tierra, Marte y, en alguna menor medida, Mercurio.

Este trabajo cartográfico se combinó con los modelos disponibles del ciclo del CO2 para evaluar la cantidad de CO2 atmosférico «consumido» por las rocas durante su proceso de meteorización y evaluar la alcalinidad aportada por los ríos al océano.

Estructura del anión ortosilicato SiO 4−
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