Lluvia ácida

[3]​ La lluvia ácida puede tener efectos nocivos sobre las plantas, los animales acuáticos y las infraestructuras.

[1]​ Se ha demostrado que la lluvia ácida tiene efectos adversos en los bosques, agua dulce, suelos, microbios, insectos y formas de vida acuática.

Los procesos biológicos que tienen lugar en la tierra, los humedales y los océanos también producen gases ácidos.

Todas estas zonas queman carbón que contiene azufre para generar calor y electricidad.

[18]​ El problema de la lluvia ácida no sólo ha aumentado con el crecimiento demográfico e industrial, sino que se ha generalizado.

El uso de altas chimeneas para reducir la contaminación local ha contribuido a la propagación de la lluvia ácida al liberar gases en la circulación atmosférica regional; la dispersión desde estas chimeneas más altas hace que los contaminantes sean transportados más lejos, causando daños ecológicos generalizados.

Igualmente, afecta directamente a la vegetación, por lo que produce daños importantes en las zonas forestales, y acaba con los microorganismos fijadores de nitrógeno.

Los compuestos ácidos se precipitan, entonces, caen a la tierra en forma de lluvia, nieve o niebla, o pueden unirse a partículas secas y caer en forma de sedimentación seca.

Un efecto indirecto muy importante es que los protones, H+, procedentes de la lluvia ácida, arrastran ciertos iones del suelo.

Como consecuencia, se produce un empobrecimiento en ciertos nutrientes esenciales y el denominado estrés en las plantas.

Efectos de La lluvia ácida en un bosque de la República Checa .
La central de carbón Gavin Power Plant en Cheshire (Ohio)
Una gárgola que ha sido dañada por la lluvia ácida.