Gárgola

Esto se mantuvo, aunque con menor desarrollo, en la arquitectura renacentista española e incluso en algunas iglesias barrocas.

[2]​ Las gárgolas más antiguas eran tallas toscas que representaban cabezas o bustos, principalmente de animales.

Posteriormente, algunas se apoyaban en ménsulas, para poder sobresalir de los muros y expulsar el agua más lejos.

Las figuras esculpidas adquirieron mayor esbeltez, detallismo y dinamismo, representando animales o personas grotescas e irreales, a veces híbridas.

Entre los seres fantásticos, grifos, harpías, demonios, dragones, sirenas y otros surgidos de la imaginación del artista.

El agua se arroja generalmente por la boca, pero en ocasiones cae a través del ano o de algún objeto que lleva la figura.

Gárgola con forma de león en el exterior de la Catedral de Tarragona , España .
Gárgola con forma de gaitero, en el
monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo (España)
Gárgola de la fachada de la Almoina de la catedral de Santa María de Valencia.
Gárgola con las manos en la boca en la iglesia de San Juan, Herford .