Moneda

Su nombre en lenguas romances proviene del latín moneta, debido a que la casa en donde se acuñaban en Roma estaba anexa al templo de Juno Moneta, diosa de la Memoria, encontrándose esta actividad bajo su protección.

[2]​[3]​ La ciencia que estudia y clasifica las monedas físicas, metálicas o de material similar, se denomina numismática.

El nombre proviene de una voz del árabe clásico (sikkah), que significa troquel.

[4]​ Por extensión, también se considera moneda al billete o papel de curso legal.

[6]​ Estos metales preciosos tomaban muchas formas dependiendo del lugar, por ejemplo ladrillos (lingotes), aros, placas, polvo, navajas o cuchillos.

Tanto los monarcas como los aristócratas, las ciudades y las instituciones empezaron a acuñar dinero con su sello identificativo para certificar la autenticidad del valor metálico de la moneda.

Una vez creadas, las monedas originaron un sistema monetario cuyas características han permanecido, en esencia, constantes durante milenios.

El papel moneda fue introducido por primera vez en China, en torno al siglo IX, como dinero en efectivo intercambiable por certificados emitidos para el gobierno de la dinastía Tang por los bancos privados.

Respaldado por la potente autoridad del Estado chino, este dinero conservaba su valor en todo el imperio, evitando así la necesidad de transportar la pesada plata.

Convertido en monopolio del Estado bajo la dinastía Song, el papel moneda ha pervivido durante toda la historia china a pesar de las perturbaciones causadas por los cambios políticos y de que la emisión del papel moneda no estaba respaldada ni por plata ni por otras reservas.

Se conoce que este surco fue hecho posteriormente pues a veces corta hasta la inscripción.

Los griegos, romanos, y los reinos europeos en la Edad Media utilizaron la acuñación a martillo, sin mayores innovaciones técnicas.

El rey Enrique II de Francia adquirió el equipo y el grabador Antoine Brucher realizó varias pruebas en 1553.

El grabador e ingeniero francés Nicholas Briot (1579-1646) realizó varias mejoras a esta prensa de volante pero no pudo convencer al gobierno.

Dos grandes rodillos aplanaban el metal, utilizando el mismo procedimiento para posteriormente aplicar la impronta o motivo.

Fue aplicado en muchas cecas europeas, y permaneció hasta fechas modernas para la laminación del metal, a veces en combinación con otros sistemas de impresión.

Para revisar la autenticidad de las monedas, se recomienda hacer un examen al tacto, visual y comparativo.

Conjunto de monedas de Estados Unidos esparcidas sobre una superficie plana, incluyendo piezas de veinticinco centavos , diez centavos , cinco centavos , y un centavo .
Moneda suiza de diez centavos de 1879, similar a las monedas más modernas que aún se usan oficialmente en la actualidad.
Moneda del siglo VI a. C. 1/3 de Estátera: anverso y reverso.
Tetradracma de Atenas , siglo V a. C. En el anverso, efigie de Atenea , diosa epónima de la ciudad. En el reverso, la lechuza de Atenas.
Moneda colombiana de plata de ley 0,666 (1846)
Prensa de volante francesa, usada por la Real Casa de la Moneda de España en el siglo XIX .