Gaucín

El pueblo está situado en la vaguada de la sierra del Hacho, bajo el castillo del Águila, que tuvo un gran valor estratégico ya que con Gibraltar constituía la defensa de la entrada por el sur.

Son típicos los productos derivados del cerdo, dulces elaborados artesanalmente como los alfajores, los roscos blancos, los rosquillos de almendras y los suspiros.

Hoy se ha mecanizado mucho no solo el transporte sino incluso el laboreo del campo.

No tienen agua corriente, siendo la pieza más importante como solaz el denominado patio.

Esta casuística hace que desde lejos se destaque recortado, sobre el paisaje, los blancos lienzos de las viviendas como rasgo más importante.

La calzada que discurría aprovechando el valle del Guadiaro arrancaba desde la costa, próxima a la desembocadura del río y tenía un ramal empedrado que pasando por Lacipo llegaba hasta las minas de Los Reales en cuyas proximidades vadeaba el río cruzando a la otra orilla y uniéndose, frente al Hacho de Gaucín, a la que enlazaba con Arunda (Ronda).

El material utilizado como pavimento fue la piedra caliza de tamaño mediano dada su abundancia.

Los árabes la llamaron Sajra Guazan que significa 'roca fuerte' o 'peña estratégicamente emplazada'.

La primera noticia histórica, extraída del Muqtavis V, se refiere al año 914 y narra cómo durante la campaña contra Belda, las fuerzas cordobesas quemaron las naves con que traficaba Umar ben Hafsun, hecho que fue visto por la gente de Sas, Gaucín y Castellar que se sometieron y recibieron al aman.

En la villa permanecieron los musulmanes que quisieron con sus propiedades, pero en 1484 cambió la situación, según nos narra don Pascual Madoz: «en 1488 el rey don Fernando el Católico dejó en el pueblo de Gaucín, una respetable guarnición más los habitantes, los musulmanes cansados del señorío de los cristianos, se confederaron entre sí y mataron a los soldados que estaban descuidados y ajenos a semejante traición.

No les duró mucho la alegría, pues los moros comarcanos, para hacer ver que no tenían parte en este hecho y por temor de ser castigados, se reunieron y cercaron Gaucín: acudieron con nuevas gentes de Sevilla el marqués de Cádiz y el conde de Cifuentes y recobrado que hubieron la plaza, hicieron esclavos a todos los que no pasaron a cuchillo».

De este modo la superficie del suelo, a veces en minifundio, se aprovecha hasta el mínimo trozo; unas veces como fincas en regadío próxima a los medios húmedos; otras, para cultivo y alimento del ganado.

Otras veces estas cercas se sustituyen por setos con arbustos como membrillos u otros y en ocasiones las cercas y los setos se reemplazan por muros de piedra a unión viva.

El hortelano usa la presa, la acequia, la alberca, etc., para llevar el agua de riego hasta sus cultivos, en las huertas a orilla.

De todo esto se deduce la gran riqueza agrícola que posee la tierra de Gaucín y la importancia que ello representa para el sustento del ganado, no solo en la Edad Media, sino incluso en la época actual.

Pero, en Gaucín, por su aislamiento quizás, solo ha sobrevivido la pequeña empresa industrial que, en muchas ocasiones, es artesanal y de subsistencia.

Tampoco existe una mentalidad creadora de una infraestructura industrial, como tal, para su favorable desarrollo.

[4]​ La bandera de Gaucín tiene forma rectangular dividida en dos mitades iguales por una línea vertical.

El pueblo cuenta con un lema que es el siguiente Muy hospitalaria ilustre y siempre noble Villa de Gaucín.

El 8 de septiembre se celebra una procesión en el que las imágenes recorren diferentes calles del pueblo.

En esta fiesta se recrea la toma de Gaucín por las tropas francesas y su posterior liberación por los Bandoleros o Guerrilleros.

Calle de Gaucín
Imagen del Santo Niño en La Bajada
Recreación de una de las batallas