Bujalance

A mediados del siglo XVII se le concedió el título de ciudad.

A todos los efectos son meras suposiciones, basadas en especulaciones y que carecen de certificación científica, bien arqueológicas o literarias fehacientes.

Pertenece a la comarca del Alto Guadalquivir, sin embargo esta organización o reorganización territorial es muy reciente (1987/88), históricamente desde la lejana fecha califal de su fundación Bujalance ha sido cabeza de partido judicial que agrupaba a los municipios del Carpio, Cañete de las Torres y Pedro Abad, además del propio Bujalance.

Las tierras están constituidas de materiales blandos y muy recientes, en su mayoría margas miocénicas, que han originado un paisaje con una topografía suave, con pendientes débiles y donde resaltan algunos cerros, testigo como por ejemplo el emplazamiento de la ciudad.

Se ha dicho de esta ciudad que es "el típico pueblo-fortaleza señorial andaluz donde abundan la cal y los escudos".

Las comunicaciones hacia el sur pasaban por lo que hoy es Bujalance y tenían como meta una serie de poblaciones íbero-romanas.

César dio categoría de colonias latinas a todas las poblaciones que le prestaron ayuda en su guerra contra Pompeyo.

De este modo, algunos la identifican con la célebre y tal vez imaginaria Colonia Baetis nombrada por Estrabón, Plinio el Viejo y Pomponio Mela ("que si bien no era comparable con Cádiz por el comercio, le aventajaba en honor y en el número de soldados que César envió a ella cuando la hizo sin duda colonia").

Otra lápida funeraria hallada en Bujalance es interesante porque el difunto, Cornelio Corneliano, está relacionado con Publio Valerio Lucano.

Bursavo, Bursabo, Bursabolis, etc. es mera especulación latinista completamente desechada a efectos históricos constatables.

Construyeron (por orden de Abderramán III) el castillo Burŷ al-Hanašh (Torre de la culebra) para vigilar los caminos que se dirigían a Qurtuba (Córdoba), alrededor del cual se extendió paulatinamente el núcleo urbano, buscando la población diseminada del entorno, la protección del destacamento militar o "ŷund", pasando rápidamente a convertirse en alcázar ( con toda probabilidad en época del Hayib al Mansur), al poder dar protección y cobijo a la población que se estableció a su amparo.

Tiene un Burŷ (fortaleza) de piedras o sillares con un arrabal que le rodea.

La mezquita alhama está junto al alcázar y los zocos en el arrabal" información probable según la tradición andalusí.

Estas grafías aseguran la etimología del topónimo Bujalance (Buxalançe o Buxalanze).

En 1578 consiguió tras largas luchas una célula real que permitía al pueblo, previo pago de 40 000 ducados, nombrar a sus propios regidores.

También este monarca le concede una feria anual en 1638 y un mercado semanal los sábados.

La peste azotó Bujalance en 1583, dejando algunos barrios despoblados, como el de San Benito.

En 1738, la fiebre catarral pútrido-maligna mató a un millar de personas en apenas dos meses.

La bandera actual del municipio se inspira en la que usó el batallón de Bujalance en esta batalla.

La Guardia Civil se acuarteló el 18 de julio y pocos días más tarde acataron a las autoridades del Frente Popular.

Nunca la fortaleza de Bursh al Hanash sirvió como "ciudad" o "Madina".

Posteriormente sufrió varias reformas, la última en 1512 para la cual la reina Juana I de Castilla mandó que se pagasen los gastos.

El término Alcazaba fue acuñado en época de Antonio Luis Salinas en la alcaldía, pero es evidente que el término es una denominación arbitraria y política ya que no corresponde a la terminológía específica al uso histórico del edificio.

La denominación, en virtud del auténtico cometido histórico queda por ser adoptado políticamente por la corporación y responde al término de alcázar.

Merece especial mención el retablo mayor barroco de madera tallada y policromada, considerado un bello exponente del rococó cordobés; así como varias pinturas y muestras de orfebrería cordobesa del siglo XVII.

Entre las obras de arte a destacar, hay que señalar un San Juan Bautista, vinculable al círculo del granadino Alonso de Mena y diversas tallas (la Oración en el Huerto, el Rescatado o la Esperanza) del escultor Martínez Cerrillo.

[3]​ Se sitúa en el antiguo pósito municipal, una tercia del siglo XVIII anexa al ayuntamiento.

Otras, que se encuentran a las afueras, como la Fuente del Pilar o la Fuente del Chorro y que constituyen verdaderos monumentos étnicos emblemáticos se encuentran en estado de total abandono.

En la siguiente tabla pueden verse el número de concejales conseguidos por cada formación política en las elecciones municipales del periodo 1979-2019.

También hay que destacar la industria calderera, muy ligada a la producción de aceite.

Calle Mesones
Castillo de Bujalance
Torre inclinada de la Asunción "El espárrago" (parroquia de Nuestra Señora de la Asunción).
Torre barroca de San Francisco y Teatro Español a la derecha
Interior y exterior de algunas casas nobles
Interior y exterior del Monasterio de San José y Santa Teresa
Patio claustral del Hospital de San Juan de Dios
Ermita de la Consolación
Museo Histórico-Local "El hombre y su medio", Bujalance
Calleja del Arco, en el casco histórico