El río Ayuela, afluente del Salor por su margen izquierda, nace en el término municipal de Albalá.
La cota más alta se denomina «Cabeza Porquera» y alcanza los 537 m s.n.m.
Albalá tiene un clima Mediterráneo continental con temperaturas altas en verano, bajas en invierno y precipitaciones irregulares.
Fue muy conocida en los tiempos del uranio, mineral de sus berrocales, donde se sitúan antiguas minas como La Carretona, El Gallo y Pozo Norte, explotadas en los años setenta y que aún se conservan.
[5] Las tierras del término municipal de Albalá están formadas en su mayor parte por bosques y dehesas de densidad media compuestos por: alcornoque, encina, jara pringosa, retama común, junco churrero, torvisco, retama negra, coscoja y zarzamora, entre otros.
Su nombre primitivo fue transformado por los árabes, denominándola Albalá por su enclave o proximidad a una calzada romana y que, posiblemente, fueran ellos los que la elevaron a la categoría de aldea.
El topónimo Albalat procede de la palabra musulmana Al-Blat, que se podría interpretar como la calzada o el paso.
El Concejo municipal se reunía periódicamente en la ermita bajo la presidencia de los curas párrocos titulares para tomar sus acuerdos.
Cuando fue ocupado Albalá entre otros pueblos, se asentó un destacamento al mando del comandante Bersane y cada población tenía obligación de abastecer a las tropas napoleónicas.
1811 tiene lugar la batalla de arroyomolinos en donde el general Hill, derrota a las tropas francesas.
Se recogen bellotas de encina y alcornoque para el engorde del ganado.
1987, El 15 de enero fue legalizada oficialmente la Asociación Cultural y Recreativa San Joaquín.
1994 se construye en la dehesa boyal, a tres kilómetros del pueblo, la ermita de San Joaquín, un pequeño templo rural con la imagen del santo y de Santa Ana.
Hay una ermita dedicada a San Joaquín y Santa Ana.
Fue la insignia y símbolo de jurisdicción, sirviendo en muchos casos como picota, y donde exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados o los reos a la vergüenza: El Calvario; Tres cruces típicas del municipio; así como varios escudos y blasones distribuidos por la localidad.
Iglesia parroquial consagrada a Santa María Magdalena, realizada durante el tercer cuarto del siglo XVI.
La iglesia se construyó a base de sillería con piezas irregulares en algunas zonas del muro y también con mampostería.
Al exterior permanecen a la vista los contrafuertes que sostienen sus bóvedas.
A los pies está el coro, sostenido por tres arcos de medio punto y realizados en cantería.
La indumentaria típica en mujeres es el refajo de diferentes bordados y vistosos colores, camisas blanca o negra y pañuelo de colores o corpiño.
También lleva en el caso de los hombres un pantalón negro, con chaleco del mismo color, camisa blanca y fajín rojo, así como un pañuelo bordado de tres puntas que cae sobre sus hombres y que lleva las iniciales del quinto.
El fuego que todo lo purifica, significa dentro de las virtudes teologales, la Fe.
Hoy es el párroco del pueblo quien las nombra previo consentimiento de las interesadas.
Ya el día 24 desde por la mañana los quintos van por el pueblo con cantes y bailes pidiendo a los paisanos del pueblo escobas, troncos... y todo lo que sea posible para poder terminar de configurar la hoguera.
Al atardecer, congregado todo el pueblo en el lugar, se procede a la «encendida» de La Hoguera por los quintos con gran alborozo.
La Hoguera permanecerá prendida hasta que quede consumida por el fuego el último tizón de la más gorda de las encinas, hasta que se extinga la última brasa.
Se celebraban estas carreras siempre en Carnavales, durante varios días, incluido el domingo de piñata que continúa en Albalá.
Los quintos, montados sobre caballos "al galope", antiguamente con espadas y después con porras, golpeaban la cabeza del animal, hasta que se la cortaban.
Desde el año 2003 los gallos se ponen muertos, para evitar el sufrimiento del animal.