Según algunas tesis, el río hasta entonces fluía en este tramo como una masa de agua subterránea.
Su cuenca hidrográfica es estrecha, y está formada fundamentalmente por fuentes o manantiales, ramblas y torrentes, lo que hace que tenga un caudal muy variable a lo largo del año hidrológico.
Además de las aguas del río Pancrudo, este embalse recoge también aguas excedentarias del Jiloca durante los periodos de otoño, invierno y primavera, que son elevadas hasta el mismo desde una estación de bombeo situada en un punto del río muy próximo al embalse, aguas arriba.
A partir de la desembocadura del río Pancrudo la cuenca se estrecha hasta llegar a Daroca, donde se abre un pequeño valle, muy rico en todo tipo de cultivos de regadío, especialmente en frutales, que llega hasta su desembocadura en el río Jalón en Calatayud.
En el valle del Jiloca se encuentran localidades de gran interés turístico como Calamocha o Daroca.
Otra de las atracciones turísticas del valle son los molinos y batanes, aunque la mayoría se encuentran actualmente en desuso.
Aunque el pozo artesiano se recuperó años más tarde, las instalaciones del criadero permanecen físicamente en la actualidad, pero sin funcionamiento.
Hasta los años 1980 podían pescarse cangrejos autóctonos, muy apreciados culinariamente en todo el mundo.