La rama sudoccidental de la ibérica central aragonesa constituye un afloramiento del cámbrico medio y superior.
Así por ejemplo, las cuarcitas ordovícicas, rocas de mayor dureza, ocupan las crestas más elevadas, mientras que pizarras o arcillas aparecen en vaguadas y valles.
Todas ellas son estructuras generadas en la orogenia alpina, proceso complejo, que se desarrolla desde los tiempos mesozoicos hasta la actualidad.
El dominio mesozoico presenta, en conjunto, formas alomadas; únicamente en la sierra de Lidón aparecen cuestas y alguna cresta verticalizada.
Los materiales detríticos subyacentes a las calizas poseen una intensa red dendrítica, siendo espectaculares las cárcavas en ellos originadas, por ejemplo los Pagos de Navarrete.
En el valle del Jiloca las precipitaciones han sido siempre algo escasas, oscilando entre los 350 y 600 mm.
Llegado el verano, las puntuales precipitaciones suelen tener un origen tormentoso, activando las ramblas y produciendo en ocasiones destrozos en los campos.
Ya entrada la Edad Media, según cuenta J. L. Corral, los siglos VIII al XII debieron ser más cálidos y secos que en la actualidad.
Estas oscilaciones a largo plazo, al no existir fuentes estadísticas tan antiguas, son meras hipótesis en las que no todos los historiadores tienen porque coincidir, dependiendo muchas veces de los textos históricos utilizados, y estos pueden variar.
Para Antonio Gargallo, por poner un ejemplo contrario, el siglo XI se caracterizaría precisamente por su mayor humedad.
En algunos casos, cuando el cauce es superficial, sin desnivel o coincide con el final de una rambla, puede acumularse el agua en la superficie del valle del Jiloca, apareciendo amplias praderas muy húmedas, propicias para el crecimiento de pastos y bosques fluviales.
La actual presidenta de la Comarca del Jiloca es Yolanda Domingo Alegre, perteneciente al Partido Aragonés (PAR).
Sin embargo, a partir del siglo XX, surgió en la comarca una incipiente industria relacionada con la transformación de los productos agrícolas y ganaderos.
Además, en las capitales comarcales (Calamocha y Monreal del Campo) encontramos también numerosas actividades terciarias o de servicios.
Por este motivo los cultivos leñosos están menos representados, aunque tienen más importancia en los municipios situados junto al río Jiloca.
En esta comarca se recoge la flor del azafrán, una de las especias más valiosas existentes.
Otros minerales que también han sido explotados en el valle del Jiloca son el plomo, el yeso, el alabastro, la cal y la sal.
Gran parte de estos restos industriales todavía pueden ser contemplados in situ.
Kindelan, a comienzos del siglo XX, destacaba las siguientes minas férreas: El desarrollo de la minería y metalurgia cuprífera en la comarca del Jiloca se inició a comienzos del siglo XVII, cuando la llegada de caldereros emigrantes auverneses permitió poner en explotación las minas existentes en Calamocha y Luco de Jiloca.
El yeso proporcionaba una nueva fuente de ingresos, un bienvenido dinero extraordinario que complementaba al obtenido mediante los trabajos agrícolas, sobre todo en los inviernos, cuando las tareas del campo eran mínimas.
Para facilitar la extracción se solía quitar en primer lugar los estratos arcillosos con la pica, ahondando un estrecho hueco que, mediante palancas y cuñas de hierro, permitía quebrantar y arrancar la roca de yeso incrustada.
Los vecinos tenían derecho a poder cortar una determinada cantidad de ramaje para el consumo propio.
Calamocha y Monreal del Campo son los núcleos urbanos más comerciales, donde se realizaban antiguamente las principales ferias.
Asimismo, existen hoteles de mayor capacidad en las capitales comarcales: Calamocha y Monreal del Campo.
En ella se organizan diversas actividades a lo largo del año relacionadas con los deportes de aventura.
Respecto al relieve, aunque está integrada en la cordillera Ibérica y la altitud media es notable, las pendientes son suaves.
Poblada desde antiguo, sus paisajes son el resultado de la actividad humana realizada desde la agricultura y ganadería durante siglos.
Los museos de la Comarca del Jiloca conservan y exponen piezas arqueológicas, artísticas o etnológicas.
Por ello estos museos suelen tener un carácter privado y su apertura al público está limitada, siendo imprescindible solicitar cita.
A destacar también las conservas en aceite (lomo, costillas y longanizas o el famoso jamón en vino.