Integrado en la comarca del Jiloca, se sitúa a 43 kilómetros de la capital provincial.
El relieve del municipio está definido por la planicie que separa la sierra de Palomera, perteneciente al Sistema Ibérico, de la depresión del río Jiloca.
La primera donación se la debemos a Alfonso I en 1128 junto con Torrelacárcel.
Poco después amplía la donación que luego confirmara Alfonso II ya en el año de 1182.
Perduró este régimen administrativo hasta la muerte de Fernando VII en 1833, siendo disuelta ya en 1838.