Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 330 habitantes.
También hay que destacar el crucero o peirón de Santa Ana.
La arquitectura civil está bien representada por la lonja del Ayuntamiento, varias viviendas particulares con portadas de sillería y un conjunto muy interesante de palomares, a los que denominaremos correlativamente palomar primero, segundo y tercero.
Los elementos vinculados a la arquitectura del agua son muy numerosos, tanto los localizados en el cauce del río Huerva como los vinculados a alguna fuente de la localidad: el antiguo puente, la fuente vieja, el molino harinero, el aserradero, el molino nuevo, el batán y la desaparecida nevera.
En 2010 se llevó a cabo una intervención en la que se hizo una consolidación estructural con el cambio de cubiertas y la rehabilitación de todos los muros y contrafuertes exteriores .