El término municipal también tiene una pequeña frontera con Blancas y un vértice con Rubielos de la Cérida.
[3] En su nombre se aprecia la antigua función geoestratégica que esta población cumplía en el itinerario del Jiloca.
El término municipal está atravesado por la autovía Mudéjar (A-23), así como por las carreteras nacionales N-211, que se dirige hacia Alcañiz, y por la N-234, que comunica con Calamocha y Monreal del Campo.
El término municipal lo compone un territorio que, aunque no extenso, muestra una disposición alargada en dirección este-oeste, siendo atravesado por la vega del Jiloca, y con montes diferentes en los extremos.
En invierno se suelen dar fuertes heladas, registrándose en ocasiones temperaturas mínimas de -30 °C.
Es una localidad tradicionalmente dedicada a la agricultura y a la ganadería, aunque, al ser cruce de caminos, también ha estado volcada al viajero, existiendo en su día casas de postas.
Todo ello como representación de la caridad, se timbra con corona real cerrada.
La iglesia de Caminreal se empieza a construir en 1724 por el maestro albañil Juan Garcelea y la termina en 1743 Sebastián Palacios.
En el exterior a la izquierda hay una torre campanario que se halla dividida en tres partes.
A la derecha hay una falsa torre cuya presencia no se advierte en el interior.
Debido a su gran semejanza con el arte clásico se puede decir que esta portada es de estilo renacentista.
Tiene, como fue habitual en su época tres naves cubiertas con bóvedas de medio cañón con lunetos, una central y dos laterales separadas por columnas.
En la iglesia predomina la verticalidad sobre la horizontalidad y está iluminada por varias vidrieras de colores que forman dibujos geométricos.
Aunque en su portada aparece la fecha de 1715, comenzó a construirse un año antes y se concluyó en 1722.
Consta de una nave central, capillas laterales, y una cúpula, apoyada sobre el crucero, que se decora con pinturas populares sobre la vida de Cristo y las pechinas con los Santos Padres.
Esta ermita conserva una interesante serie de exvotos pictóricos del XVIII y XIX.
Terminada en 1933, consiste en un edificio de dos plantas con marcado sentido horizontal, conformando un conjunto de encantadoras formas, pero a su vez funcional y en armonía con el entono paisajístico donde se ubica.
Con la creación de la nueva Lanzadera, que reducirá el trayecto entre Teruel y Zaragoza en aproximadamente cuatro minutos, y que ha supuesto, por incompatibilidades con Patrimonio Nacional,[23] la modificación del trazado a su paso por el término, quedando como apeadero, modificando el nombre de la parada a "Caminreal - Fuentes Claras" y en espera de que se construya un nuevo edificio donde los viajeros puedan esperar, resguardados del cierzo, a que llegue el tren.
La capa superior está formada por pequeños cantos de caliza y fragmentos e cerámica de tipo ibérico, sobre la que se incrustaron las teselas que forman el esquema decorativo.
Está enmarcado por un filete de teselas blancas y presenta un campo dividido en tres superficies rectangulares yuxtapuestas en línea.
Consta de 17 signos realizados con teselas blancas, distribuidos en tres vocablos separados por puntos.
La transcripción no plantea problemas: en primer lugar hay un punto y a continuación las tres palabras Li.ki.n.e.te.
El epígrafe se traduce como "Likine-te, de Usecerde (Osicerda), lo hizo", interpretando que Likine-te es el propietario de la obra en su conjunto y no sólo del pavimento.