Ferrocarril del Tajuña
Esta línea nació originalmente como un ferrocarril que enlazaba Madrid con Arganda del Rey, inaugurado en 1886.Tras la Guerra Civil el trazado entró en un profundo declive, llegando a cerrarse al tráfico varios tramos en los años de posguerra.Aunque en la zona de Cifuentes ya se encontraban iniciados los trabajos, la construcción acabaría siendo paralizada y el proyecto quedó aplazado sine die.En 1929 se planteó un nuevo intento para finalizar la prolongación del ferrocarril hasta Caminreal, aunque la matriz financiera belga se mostró poco partidaria ante la poca rentabilidad que ofrecería su explotación.Debido a ello, en 1931 la compañía solicitó al Estado que segregara el tramo Alocén-Cifuentes de su concesión.El «tren de Arganda» movió mercancías tales como cereales, vino, fruta, hortalizas, verduras y remolacha azucarera, así como materiales de construcción (piedra caliza, arenas, grava o yesos).[11] Aunque el trazado quedó incompleto, la empresa propietaria del ferrocarril organizó servicios regulares entre Madrid y Alocén.Debido a ello, la línea se mantuvo abierta exclusivamente para los servicios ferroviarios de mercancías.Años después se procedió al levantamiento de la vía en las secciones clausuradas.[1] La cabecera de la línea se situó en Vicálvaro, donde se instalaron las oficinas y talleres del ferrocarril,[1] mientras que el tramo entre Madrid-Niño Jesús y Vicálvaro quedó cerrado a la circulación; años después las vías fueron levantadas y la estación de Niño Jesús quedó desmantelada.Muchas de las infraestructuras originales han desaparecido, si bien todavía se conservan numerosas estaciones, puentes, etc.El ferrocarril del Tajuña llegó a tener una longitud total de 160 kilómetros, que incluían tanto a la vía general como al ramal Tajuña-Colmenar de Oreja.La estación de Tajuña constituía un nudo ferroviario en el que se bifurcaban la vía general con el ramal que iba hasta Chinchón y Colmenar de Oreja.Además, cabe señalar que durante el período de la Guerra Civil en Orusco de Tajuña se producía el cruce a mismo nivel con el ferrocarril estratégico Torrejón-Tarancón,[20] de ancho ibérico, que fue construido durante la contienda como una línea alternativa para evitar el asedio franquista sobre la capital.A comienzos de la década de 1950 se adquirieron a la constructora barcelonesa Maquinista Terrestre y Marítima (MTM) dos locomotoras tipo 1-3-1T, si bien estas no dieron un buen resultado.Además de dos automotores fabricados por la factoría Carde y Escoriaza en 1935, la Compañía del Ferrocarril de Madrid a Aragón adquirió en 1956 seis locomotoras diésel-eléctricas tipo Bo-Bo.Estas máquinas serían sustituidas en 1974 por cinco locomotoras diésel-eléctricas, con una potencia mucho mayor (1200 CV),[21] que tras la clausura del ferrocarril serían vendidas a FEVE e integradas en la llamada serie 1500.