Las instalaciones cumplían funciones de clasificación para mercancías y de enlace del ferrocarril del Tajuña con la red férrea de ancho ibérico.
[1] La estación era usada exclusivamente para el tráfico de mercancías, con el objetivo de facilitar los intercambios de productos entre la red ferroviaria de ancho ibérico y el ferrocarril del Tajuña —de ancho métrico—.
[2] El complejo contaba con muelles, un almacén de mercancías, una extensa playa de vías de ambos anchos y varias viviendas para el personal ferroviario.
[2] A poca distancia del complejo se encontraba la estación de Vicálvaro, de ancho ibérico.
El empalme se realizaba con la línea Madrid-Zaragoza controlada históricamente por las compañías MZA y RENFE.