Estos constituyeron la Sociedad Anónima Minas de Cala (SAMC) y plantearon la construcción de un ferrocarril que enlazase las explotaciones con los puertos del suroeste andaluz.
[1] En 1902 el Estado otorgó a la compañía una concesión para la construcción de la línea.
[4] Durante las primeras décadas de existencia el ferrocarril vivió una época de apogeo, hasta el punto en que se construyeron varios ramales para enlazar la vía principal con el Coto Teuler, la mina del Castillo de las Guardas y la mina de Peña del Hierro.
Tras la clausura, años después las vías fueron levantadas y muchas infraestructuras han desaparecido.
En la actualidad se conservan los puentes metálicos situados en los kilómetros 4 y 7 sobre el río Guadiamar y algunas estaciones, como las de Minas de Cala, Castillo de las Guardas o Santa Olalla del Cala.