Tácticas romanas de infantería

Un tribuno u otro oficial acompañaban frecuentemente a esta vanguardia para batir el terreno y buscar posibles lugares donde establecer un campamento.La última legión normalmente actuaba de retaguardia, aunque las unidades más recientes del ejército podían ocupar este escalón final.[9]​ Una vez la maquinaria había comenzado a rodar, la infantería romana era por regla general desplegada, como cuerpo principal, de frente al enemigo.Una vez los vélites se retiraban tras los asteros, la centuria "posterior" marcharía hacia la izquierda y adelante, presentando así una línea sólida de combate.Por ejemplo, en Zama, Escipión desplegó toda su legión en una única línea para envolver a Aníbal, tal y como este último había hecho en la batalla de Cannas.Siguiendo esta barrera de proyectiles, avanzaba la infantería romana, en cuatro líneas, hasta que se encontraban a treinta metros del enemigo.El desenlace seguía en duda, hasta que un desconocido tribuno destacó 20 manípulos de la línea romana y efectuó un movimiento envolvente contra la retaguardia macedonia.Pero, aunque la hazaña de Aníbal subrayaba que los romanos no eran ni mucho menos invencibles, también mostraba sus virtudes a largo plazo.Algunas visiones más modernas les ven como una luz proto-nacionalista, luchadores ancestrales por la libertad que resistían el pie acorazado del imperio.No obstante, la profunda formación romana permitía realizar ajustes, y la presión constante al frente convertía un largo combate en algo muy arriesgado para los celtas.Aunque atacaran por los flancos, la legión era lo suficientemente flexible para pivotar y oponer frontalmente, si no todo, al menos una parte del ejército, bien mediante submaniobras o repliegue de líneas.[30]​ En general, necesitaban conseguir una posición muy ventajosa de inicio contra los romanos y romper sus líneas cuando la batalla se encontrara aún en fase temprana.Hispania había sido conquistada por los cartagineses, que lucharon contra distintas tribus para crear colonias y un imperio comercial, principalmente costero.Los jinetes celtíberos eran superiores en habilidad a los romanos, un hecho probado años antes con el papel clave que jugó dicha caballería en las victorias de Aníbal.En cuanto comenzó la construcción del campamento, las fuerzas bárbaras lanzaron un feroz ataque, cruzando en tromba por el vado y atacando con velocidad de relámpago a los incautos romanos.La situación parecía inmejorable para los galos:[27]​ se cumplían las cuatro condiciones mencionadas más arriba: superioridad numérica, factor sorpresa, ataque rápido y terreno favorable que ocultaba sus movimientos hasta el último minuto.El general romano Publio Ventidio Baso tomó las riendas del reajuste de la legión para enfrentarse a los enemigos montados, en concreto los partos.Contra Juliano, los persas rehusaron ofrecer batalla, quemando los campos frente al ejército romano y arrastrándoles a una guerra de desgaste.En la derrota infligida por Aníbal junto al río Trebia, 10 000 romanos escaparon del desastre hacia un lugar seguro, manteniendo el orden y la cohesión en retirada, cuando la línea a su alrededor huía en desbandada.A diferencia de otras civilizaciones, los romanos proseguían la lucha sin descanso, hasta que sus enemigos habían sido totalmente destruidos o neutralizados.La derrota del bosque de Teutoburgo podría ser vista como una excepción, pero aun así, los romanos regresaron a la guerra cinco años más tarde con un poderoso ejército contra los pueblos germánicos.Roma sufrió sus mayores derrotas contra la sofisticada Cartago, en especial en Cannas, y se vio obligada a evitar batalla durante un largo periodo.Contra los partos, los romanos no se detuvieron ante las terrible derrotas, pues invadieron el territorio persa en varias ocasiones tiempo después; y aunque la propia Partia nunca fue conquistada por completo, Roma impuso su hegemonía en la zona.Desastres en el liderazgo ocurrieron a menudo en la historia militar romana: Varrón en Cannas o Craso en Carras son fieles ejemplos de ello.En efecto, estos contingentes de "aliados" a menudo se volvían contra los romanos, devastando y saqueando amplias áreas e incluso atacando formaciones del ejército imperial.Otros apuntan a las graves dificultades fiscales e inestabilidad política del imperio tardío, factores estos que complicaban la prosecución de los métodos militares tradicionales.Por el contrario, las mejores tropas se disponían en una "reserva móvil" más centralizada, que sería desplegada en áreas conflictivas a lo largo del Imperio.Algunos escritores como Luttwak condenan el viejo estilo, comparándolo a una gigantesca 'línea Maginot', que ofrecía una falsa sensación de seguridad en las postrimerías del Imperio.Esto no implicó que desaparecieran completamente, pero su reclutamiento masivo, formación, organización y despliegue como parte esencial del sistema militar romano se vio grandemente afectado.Irónicamente, en las últimas batallas del Imperio Occidental, las derrotas sufridas fueron infligidas por fuerzas de infantería (muchos luchaban pie a tierra).
Escultura de Johann Baptist Moroder -Lusenberg (1870 – 1932) situada en la "Villa Venecia" en Ortisei , Italia .
Campamento fortificado romano:
1. Principia
2. Via Praetoria (Vía pretoriana o trasversal)
3. Via Principalis (Vía principal)
4. Porta Principalis Dextra (Puerta derecha)
5. Porta Praetoria (puerta principal)
6. Porta Principalis Sinistra (Puerta izquierda)
7. Porta Decumana (Puerta trasera)
Formaciones alternativas y variaciones en el despliegue.
Formaciones alternativas y variaciones en el despliegue
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Varios actores muestran una variante del testudo o formación de tortuga romana.
Reconstrucción moderna de Ballista .
Disposición inicial de las tropas en la batalla de Pidna.
Mapa táctico del ataque galo en el río Sambre. Los bosques cercanos al río ocultaron los movimientos galos por completo hasta el momento exacto de efectuar un ataque relámpago, que a punto estuvo de liquidar las posiciones romanas.