Sarisa

[7]​ En el terreno anecdótico, cabe señalar que, según narra Lucio Flavio Arriano en la Anábasis,[8]​ Alejandro Magno, borracho, mató a su amigo Clito con una sarisa.

Una antigua tradición histórica afirma que la sarisa se tallaba en madera del cornejo macho,[4]​ una madera densa y flexible que, al parecer, introdujo en Atenas Jenofonte, de regreso de Asia tras su Anábasis, y cuyo uso se extendió posteriormente a Macedonia.

En cualquier caso, el cornejo se utilizaba para formar el asta del xyston, la lanza de los hetairoi a caballo.

[16]​ Puede cuestionarse la fiabilidad del relato de Estacio sobre el equipamiento militar, pero es la única fuente antigua explícita sobre la madera utilizada para la sarisa.

Así pues, la sarisa permitía reclutar a un gran número de soldados con un coste menor, ya que solo necesitaban su lanza y una armadura ligera.

El falangita solo llevaba la sarisa durante las batallas campales y utilizaba la lanza tradicional, el xyston, para otras misiones.

[21]​ La caballería macedonia (Compañeros o prodromoi, también conocidos como sarísofos) podía ir equipada con sarisas, en lugar del xyston, lo que les daba ventaja en la carga frontal, incluso contra hoplitas.

Falange macedonia usando la sarisa
Detalle del mosaico de Issos mostrando sarisas.
Detalle de un fresco de una tumba de la necrópolis de Agios Atanasios que muestra a guerreros macedonios llevando la sarisa. Salónica, finales del siglo IV a. C.