Nada se sabe de su vida excepto lo que él mismo dice en sus obras.
Vegecio dedicó sus obras al emperador reinante en la época, pero no indica quién era; unos estudiosos sugieren que Teodosio I, la hipótesis más probable, y otros que Valentiniano III.
Es un tratado en el que se describen los usos militares del ejército romano en la Antigüedad.
Copiado con profusión, el texto ha sobrevivido íntegro hasta nuestros días; fue traducido a varios idiomas antes de la invención de la imprenta e impreso por vez primera en Utrecht en 1473.
Del libro I, capítulo I: A Vegecio se debe la máxima «si vis pacem, para bellum» («si quieres la paz, prepárate para la guerra»), aunque el texto original dice exactamente: «igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum» («así que quien desee la paz, que prepare la guerra») (Libro 3, prefacio).