Batalla de Pidna

[11]​ El pueblo romano estaba molesto, pues no podía creer que los restos del ejército de Filipo V pudieran causarles tal daño.

[22]​ Les quitó la mayoría de sus naves pero no destruyó sus ciudades[23]​ porque deseaba convertirlos en un estado tapón que contuviera posibles invasiones galas a Italia.

[55]​ Luego seleccionó a las unidades y oficiales que lo acompañarían, con el pretor Octavio encargado de reorganizar la flota en Macedonia.

[65]​ Por otra parte, consideraba que 5000 celtas a caballo eran suficientes y traer al resto era demasiado riesgoso.

[121]​ Confundido, decidió enviar 10 000 mercenarios y 2000 macedonios al mando de Milo a bloquear el paso.

Cada una era mandada por un general (strategos) y se organizaba en cinco batallones (chiliarchies) de mil hombres dirigidos por un oficial (hegemon).

[145]​ También se decidió dar de alta a los soldados que estaban en Macedonia y no podían seguir luchando.

[150]​ Además, era atravesada por los ríos Esón y Leuco, no muy profundos, pero que darían a los romanos problemas cuando intentaran cruzarlos.

[151]​ Paulo, tras recibir los informes de Nasica, avanzó hasta la llanura[152]​ pero cuando vio las posiciones y número del enemigo ordenó detenerse.

[154]​ El viejo procónsul les respondió sonriendo: «Sí, si tuviera tu juventud, pero muchas victorias me enseñaron los errores de los vencidos y me prohíben unirme a la batalla, inmediatamente después de una marcha con una falange que ya está elaborada y completamente formada».

[155]​ Mandó a sus mejores cohortes formar una pantalla mientras el resto de la tropa cavaba trincheras y construía un campamento.

[156]​ Así, sin que los macedonios se dieran cuenta, los romanos habían roto filas y no estaban en condiciones de luchar.

Pero en la orilla había 800 tracios que se enfurecieron al ver lo ocurrido y atravesaron las aguas por venganza, comenzando el combate con la guardia de Silo.

[172]​ Las dos partes enviaron sucesivamente refuerzos hasta que la escaramuza se volvió un combate importante, sacando a Paulo de su tienda, quien decidió aprovechar la ocasión.

Entre tanto, Escipión Násica volvió de la escaramuza, donde había sido enviado a inspeccionar, anunciando que Perseo se acercaba con todas sus fuerzas.

[180]​ Los romanos formaron sus manípulos en su línea triple tradicional (asteros, príncipes y triarios), enviando los vélites delante para tantear los puntos débiles de la falange.

[193]​ Los legionarios intentaban apartar las sarisas con sus espadas o agarrarlas y romperlas con sus manos, introduciéndose entre el enemigo para apuñalarlo[194]​ pero la falange siguió avanzando ensartando a todo el que tenía enfrente, especialmente a los pelignos y marrucinos que se arrojaban osadamente sobre ellos.

[204]​ En el ala derecha romana, la caballería aliada cargó precedida por los elefantes e hizo retroceder a la izquierda enemiga.

[181]​ En el centro, la legión de Albino dispersó a la falange,[206]​ cuyos soldados primero se desordenaron, luego vacilaron y finalmente rompieron filas.

[211]​ La resistencia fue pobre y acabaron huyendo,[212]​ salvo 3000 veteranos macedonios que resistieron hasta el último hombre.

[246]​ Durante aquellos momentos, hasta sus parientes empezaron a rebelarse contra él para evitar ser ejecutados también.

[262]​ En Aeginio (Kalambaka), su lugarteniente Cneo Anicio perdió 200 soldados en una salida de la ciudad porque los eginetas no sabían que la guerra había acabado.

El procónsul decidió abandonar la idea de tomar Pidna y siguió hacia Pela, capital del reino.

[264]​ El vencedor llegó a Anfípolis tres días después de la batalla y envió embajadores ofreciendo la paz.

[265]​ Los macedonios siempre habían sido leales a sus monarcas, pero viendo que Perseo estaba acabado se pusieron en manos de Paulo.

[277]​ Luego redujeron sus cargas impositivas sobre la minería del reino para no causar tal rencor en los nativos que alguien los sublevara.

[303]​ Macedonia fue dividida en cuatro ligas republicanas con guarniciones romanas, pero solo en sus fronteras con tribus bárbaras y con gobernadores a cargo de cobrar impuestos.

[312]​ También llegaron embajadas de numerosos pueblos aliados para felicitar al Senado por la victoria, las cuales fueron agradecidas y enviadas a casa.

[348]​ Más atrás, el rey con su diadema en sus manos,[349]​ túnica oscura y las botas altas propias de su país.

[356]​ Irónicamente, Perseo fue paseado en el desfile junto al tesoro que no había deseado gastar para aumentar sus fuerzas.

Localización de Pidna en Grecia.
Mapa de las guerras macedónicas.
Mapa de las posiciones de ambos ejércitos al inicio de la batalla.
El rey Perseo ante Lucio Emilio Paulo , por Jean-François-Pierre Peyron, 1802.
El triunfo de Emilio Paulo , Carle Vernet, 1789.