Batalla del río Sambre (57 a. C.)

En el invierno del 58 a. C.-57 a. C., el procónsul Cayo Julio César escuchó rumores que indicaban la disposición de los belgas para atacar a los romanos a través de cartas del legado Tito Labieno.

[9]​ Supuestamente se habían rebelado, juntando masas de guerreros y realizando asambleas secretas.

[10]​ Las numerosas tribus belgas[11]​ temían que César marchara contra ellos y por eso formaron una gran alianza.

[4]​[22]​ Era una alianza que incluía a los belóvacos (prometían 60 000 guerreros a la alianza),[23]​ suesiones (50 000),[24]​ nervios (50 000),[25]​ atrebates (15 000), ambianos (10 000), mórinos (25 000), menapios (9000), cáletes (10 000), veliocases (10 000), viromanduos (10 000), aduáticos (19 000),[26]​ condrusos, eburones, cerosos y pemanos (40 000 entre los últimos cuatro pueblos)[27]​ dirigidos por el rey suesión Galba.

[41]​ El historiador militar estadounidense Spencer Tucker habla de 40 000 romanos y 20 000 auxiliares, principalmente galos.

[43]​ Su compatriota, Max Eichheim, concuerda en el número de legionarios, pero cree que los auxiliares debían ser 5000 jinetes[44]​ y 20 000[45]​ a 25 000 infantes ligeros.

Delbrück considera exagerados los números de guerreros y bajas belgas que da César, pues los nervios siguieron en pie de guerra en rebeliones futuras:[48]​ en el 54 a. C., reunieron un gran ejército para ayudar a Ambiórix[49]​ y en 52 a. C., enviaron 5000 guerreros a Vercingétorix,[50]​ aunque este último fue más un contingente que una leva de todos sus combatientes, para Delbrúck es obvio que no todos los guerreros y jefes nervios murieron en la batalla del Sambre.

Para los territorios galos al norte de los Alpes señala que eran menos avanzados económicamente y vivían en guerras tribales perpetuas, por lo que postula una densidad media de 9 a 12 habitantes por km² pero descendiendo a medida que se avanzaba al norte, con 7 a 8 habitantes por km² en la Galia Bélgica y 5 en Germania.

Sin embargo, descontando a viejos, enfermos, discapacitados y esclavos, probablemente sólo tuvieran 30 000 capaces de luchar, aunque el número reunido para una batalla sería muy inferior.

[51]​ Por último, la arqueóloga británica Julie Rosemary Wileman cree que probablemente no pasaban de 25 000.

Después los jinetes galos volvieron a atacar pero de nuevo se retiraron al bosque.

[71]​ En el centro las legiones VIII y XI derrotaron a los viromanduos en la orilla del río.

[77]​ La llegada de su general dio nuevos ánimos a los legionarios, que consiguieron rechazar parcialmente al enemigo.

[7]​ Entonces las dos legiones bisoñas que acompañaban el equipaje llegaron y ayudaron al ala derecha.

[7]​ Estimaciones modernas afirman que un tercio de los celtas cayeron en el combate, aproximadamente 10 000 muertos.

[93]​ Afortunadamente, los romanos demostraron haber ganado experiencia y confianza en su líder después de las campañas del año anterior.

No mostraron indisciplina ni desmoralización y pudieron responder rápido al asalto con lo que tenían a mano.

[94]​ Por otra parte, también se ha especulado que Boduognato planeaba atacar a las legiones mientras marchaban o cuando cruzaran el río Sabis, posiblemente informado de su orden por los rehenes belóvacos y suesiones que tenía César.

[95]​ Tras esta última victoria, los romanos se harían con el control total sobre los belgas,[90]​ era septiembre del mismo año.

Mapa de la batalla. A la izquierda situación previa al combate y a la derecha cuando cargaron los belgas.