[3] Al día siguiente de su derrota en el río Arar, los helvecios levantaron su campamento y se retiraron hacia Bibracte por los montes de Beaujolais y Charolais.[4] Los romanos les siguieron y Cayo Julio César envió a toda su caballería (cuatro mil caballos, principalmente eduos al mando de Dúmnorix) como vanguardia para vigilar a los celtas.Se acercaron demasiado y una pequeña fuerza de quinientos jinetes helvecios cayó sobre ellos en terreno desfavorable.Los eduos huyeron en pánico y arrastraron al resto de la caballería.Sus pérdidas fueron escasas pero debieron reunirse con las legiones romanas que iban atrás.