Pero los dirigentes del Sur optaron por dar un golpe de Estado y no celebrar este referéndum para evitar que ganara la reunificación.
[41] La primera lección contribuyó a espolear los levantamientos en Asia y África contra Francia, los Países Bajos, Portugal o el Reino Unido.
Sí lo fueron para la Casa Blanca el paso de Vietnam del Norte, Birmania y Cuba a la esfera comunista, sin mencionar todas las naciones europeas bajo la ocupación soviética.
Con el final de la Segunda Guerra Mundial veían cómo su territorio era rodeado por bases estadounidenses con armas nucleares en Alemania occidental, Japón, Turquía.
Pero además, los posibles gobiernos que podían simpatizar con la URSS eran hostigados por occidentales, caso de Nasser en Egipto, o depuestos, como Lumumba en el Congo.
Sus regímenes políticos permanecían estables y sus productos interiores brutos crecían, por lo que repetir la misma estrategia en Indochina se consideraba viable.
Años después, las protestas contra dicha represión dieron la vuelta al mundo cuando un monje budista se inmoló con combustible en plena calle, el ritual bonzo.
[72] En total debían ser poco más de 3000 guerrilleros en 1960,[22] aunque le resultaba fácil conseguir voluntarios para terminar con un gobierno incompetente, represivo y corrupto.
La intervención directa, opinaban los asesores presidenciales, resultaría muy larga, costosa y sangrienta por ser el Sur un país poco interesado en su supervivencia.
[68] En ese mismo mes desembarcaron en la base aérea de Da Nang 3.500 marines para protegerla y unirse a 60.000 soldados ya destinados en Vietnam como asesores.
[46] En batallas más o menos convencionales, los guerrilleros vietnamitas aún tenían cartas que jugar frente a los soldados del Sur y lo demostraron en el mes de junio.
Los edificios oficiales se veían protegidos por sacos terreros, el autobús que los transportaba llevaba las ventanillas cubiertas por rejas para impedir la entrada de granadas.
En su mente seguía fija la idea de que los guerrilleros defenderían aquella valiosa posesión con ahínco y, por tanto, tendrían una oportunidad para destruirlos.
Giap había perdido antes muchas batallas contra los franceses y tuvo problemas para conservar su puesto en el Viet Minh tras algunas derrotas, como la del Vinh Yen.
(1988b, p. 400) lo han denominado «El colapso de la moral» por motivos como: Los militares estadounidenses hicieron esfuerzos por atender y cuidar a sus hombres donde quiera que sirviesen.
Rápidamente invadieron gran parte del este de Camboya y entregaron las áreas recién conquistadas a los Jemeres Rojos.
[159] Este recorte aumentó aún más en 1975, lo que obligó a dejar en tierra 200 aviones, la mitad de la Fuerza Aérea survietnamita.
[170] En un principio se aplazó la petición, pero finalmente Hanói decidió comenzar la ofensiva, y el general Van Tieng Dung fue enviado al Sur para preparar todas las actuaciones.
El ataque hizo tomar al presidente Thieu dos de tantas decisiones equivocadas, pero que en aquellos momentos resultaron extraordinariamente trágicas: La retirada se convirtió en una desbandada.
Ante estas noticias, Le Duc Tho y los militares a las órdenes de Giap enviaron sendos cables aprobando la movilización solicitada por Dung.
[173] Finalmente se optó por atacar la región de Tay Nguyen al tener el Sur solo dos divisiones diseminadas; pero ni siquiera estas ofrecieron gran resistencia.
De aguantar hasta las lluvias Saigón ganaría tiempo para conseguir apoyo aéreo estadounidense; pero en esta ocasión solo lograron buenas palabras, mientras el FNLV organizaba un Gobierno Revolucionario Provisional.
Aquel desmoronamiento en la parte norte del país y en las Tierras Altas Centrales cambió la percepción de Hanói sobre una victoria para 1976.
Muchas personas trataron de huir en balsas y botes por mar, creando un problemas para las otras naciones que no estaban muy predispuestas a recibirlos.
[68] El primer punto de vista es defendido por Schell (1988, p. 28), para quien Vietnam del Sur no quería la guerra, sino la reunificación.
Al abandonar este aspecto, algunos problemas no disminuyeron sino lo contrario: El Ejército de los Estados Unidos defendió su actuación alegando que había luchado bien.
La oposición a la guerra se extendió dentro y fuera de Estados Unidos entre la juventud, avivando el movimiento hippie que había comenzado antes.
[210] Dicha derrota fue la principal causa esgrimida por políticos como Charlie Wilson para financiar a los muyahidines afganos en su guerra contra los soviéticos en los 80's, aunque dicho apoyo se volvería contra ellos cuando uno de sus «protegidos», Osama Bin Laden, organizó los Atentados del 11 S y varios cabecillas más se manifestaron a favor.
[227] Pese a ser uno de los conflictos más documentados por no aplicarse la censura militar, en países como España se produjo un olvido interesado durante los años 1980,[228] siendo muy escasa la producción histórica.
En El cielo y la tierra, basada en los libros de Le Ly Hayslip, intentó acercarse a la visión vietnamita del conflicto.