El guerrillero avanzó cubierto con un paracaídas francés portando 25 kilogramos de explosivo plástico, pero fue descubierto por un sargento que pudo impedir la explosión.[1] Durante la contienda contra Estados Unidos aparecieron ya con el nombre con el que ahora se los conoce, recogido por Raquel Barrios Ramos (2015).Sus misiones seguían siendo ataques suicidas contra las posiciones enemigas, pero también se añadieron otras como la protección de contingentes en retirada.[nota 1] En este caso su cometido consistía en luchar hasta la muerte para dar tiempo a sus compañeros y evitar el pánico al ser disparados por la espalda.Además, el lema que algunos voluntarios de la muerte y otros soldados llevaban tatuado en su cuerpo, «Nací en el Norte para morir en el Sur», tampoco ayudaba.Barrios Ramos (2015) indica que sus motivaciones eran muy variadas, no solo políticas, pero su determinación de reunificar el país y expulsar a los estadounidenses era clara.