Es un objeto construido mediante eslabones, generalmente metálicos, que se entrelazan unos a otros.
Han sido utilizadas desde la antigüedad debido a su fortaleza combinada con flexibilidad.
Sus usos van desde seguridad para mantener algo sujeto, para esto se necesita un Candado que una ambos extremos y para sostener objetos de gran peso.
Los soldados romanos que se habían distinguido en la guerra recibían en recompensa de sus capitanes algunas cadenas con las que se adornaban como un testimonio de sus buenos servicios o hazañas.
Entre los romanos cuando se ponía preso a un hombre se le ataba una cadena en su brazo derecho y la otra extremidad de ella estaba asegurada en el brazo izquierdo del soldado encargado de custodiarle.
Flavio Josefo cuenta que era costumbre entre los romanos romper las cadenas y no desatarlas cuando un acusado era absuelto de su supuesto delito.
Los libertos consagraban a los dioses lares las cadenas que habían llevado durante su esclavitud.
En el siglo XIX, un francés llamado Gull obtuvo la patente de una cadena similar para bicicletas.
Cuando se inventó la cadena moldeada en el siglo XIX, las cosas empezaron a moverse con bastante rapidez.
En la minería subterránea, el desarrollo pasó de la cadena al cable metálico.
Los materiales especiales (HO=Highly Optimised) han aumentado estos valores a 960-2520 kN.
En ella el rey Don Sancho de Navarra fue quien rompió las cadenas del palenque en que se hiciera fuerte el Miramamolin y entonces adoptó aquel blasón para su monarquía.
Algunas casas particulares que había honrado el rey con su presencia ostentaban cadenas en sus puertas principales como si se quisiera dar a entender que aquel paraje hollado con la planta real quedaba cerrado para toda otra persona, en alusión sin duda a que en la etiqueta antigua de palacio, las puertas y cerraduras se llamaban cadena, de donde viene el oficio de porteros de cadena.
Estos signos desaparecieron con la caída del régimen absoluto, juzgándose incompatibles con el que se inauguraba.
Ya en 1595 aparecen representaciones de un puente con tablero suspendido por cadenas, cuyo diseño se aproxima más a un puente atirantado, en el Machinae Novae (Venecia, 1595) de Fausto Veranzio.
[5] La historia registra, sin embargo, que fue en Estados Unidos donde nació el puente colgante moderno.
Es importante tener en cuenta no sólo la fuerza y la resistencia al desgaste, sino también el tipo de lubricación necesaria.