Comenzó su vida política en el movimiento estudiantil en 1926 e ingresó en organizaciones clandestinas por la independencia de Vietnam.
En septiembre de 1939, tras la prohibición del Partido Comunista, Giáp se trasladó a China, donde conoció a Hồ Chí Minh con el que trabajó por la independencia de su país y al que siempre se mantuvo muy fiel y leal.
Pese a estas ventajas, la artillería del Viet Minh fue destruida por los hombres franceses.
A continuación, los ataques fueron primero contenidos, aunque esa misma noche los vietnamitas habían perdido fuerza y el alférez Belarot, oficial al mando de las fuerzas francesas, ordenó un contraataque que terminó por desarticular la ofensiva vietnamita.
[6] Sin embargo, Giáp ha sido considerado en varias ocasiones como un hombre paciente,[7] y en diciembre de 1952 lo demostró al eludir el enfrentamiento contra las tropas coloniales lanzadas en la Operación Lorena y obligarlas a perseguir a sus dos divisiones por terreno selvático donde las tendieron varias emboscadas.
El material capturado por los franceses no significó una pérdida grave y pudo mantener al grueso de sus fuerzas a salvo.
[7] Los asesores enviados desde Estados Unidos confirmaron la impresión de que el ARVN no podía ganar aquella guerra por muchos medios y material que les enviasen y, antes o después, sería derrotado.
Giáp organizó la defensa del Norte al mismo tiempo que dirigía las operaciones en el Sur contra los ejércitos sudvietnamita y estadounidense.
El Sitio de Khe Sanh y la Ofensiva del Tet, ambos supuestos fracasos.
Tanto es así, que unos meses después Giáp lanzó la llamada Ofensiva del Mini Tet.
[7] En 1972 Giáp organizó la llamada Ofensiva de Pascua con la esperanza del que el ERNV se desmoronara.
Por otra parte Giáp no supo utilizar los numerosos tanques para lograr un avance sistemático y terminó perdiéndolos ante el fuego enemigo.
Tampoco pensó en concentrar sus fuerzas sobre un punto para partir Vietnam del Sur en dos, lo que le hubiera concedido un gran ventaja o incluso la victoria[7] anticipada.
Tras la toma del poder en Kampuchea por los Jemeres rojos, la escalada de conflictos e incidentes fronterizos con Vietnam fue en aumento.
La invasión se hizo por varios motivos: ciertamente la Kampuchea del Angkar podía ser una pequeña amenaza, pero amenaza después de todo, para el recién unificado Vietnam; también se ha postulado el deseo del país asiático por controlar toda la península de Indochina.
[3] Además de lograr emplazar todas sus piezas de tal forma que no pudieron ser encontradas, convertir en inútil el empleo del napalm,[6] mantenerlas operativas pese a las lluvias monzónicas[8] y abatir muchos cazas cuando salieron a destruirlas.
Se le reconoce su paciente y concienzuda preparación de casi todas las grandes actuaciones que realizaba.
Sin embargo, en la Ofensiva del Tet perdió muchísimos hombres contra un ejército netamente superior, inferioridad de la que era consciente.
Es más, aun sabiendo que los estadounidenses contraatacarían con hombres y helicópteros, ordenó al Vietcong resistir en las posiciones tomadas, condenándolo a su práctica aniquilación.
Pese a esas características, el general Võ Nguyên Giáp es considerado un héroe en su país y en muchos países, porque logró derrotar en toda la línea al ejército más poderosos del mundo, modelo que trataron de imitar posteriormente muchos líderes guerrilleros de formación comunista en todo el mundo.