En un principio se aplazó la petición, pero finalmente Hanói decidió comenzar la ofensiva con la Campaña 275, y el general Van Tien Dung fue enviado al Sur para preparar y comandar todas las actuaciones.
Entre tanto, la derrota en Buon Me Thuot hizo tomar al presidente Thieu dos más de tantas decisiones equivocadas, pero que en aquellos momentos resultaron extraordinariamente trágicas: La retirada se convirtió en una desbandada y además fue cortada cuando el ENV tomó las carreteras de Cheo Reo y una unidad del Vietcong voló el puente de Son Hao.
En las Tierras Altas Centrales también cundió el pánico y cayeron en poder del Norte dos días después.
Al gobierno de Saigón sólo le quedaba jugar la carta de luchar en las provincias del sur (las más ricas) a la espera del monzón que detendría o paralizaría todo.
A su vez, el Vietcong asentaba sus bases y organizaba un Gobierno Revolucionario Provisional.
Mientras tanto, los contactos con Estados Unidos para conseguir apoyo aéreo no cesaron; pero en esta ocasión sólo lograron buenas palabras de un país que quería olvidar cuanto antes aquella contienda y cuyos estrategas consideraron que a esas alturas la ofensiva de primavera ya era un «golpe mortal» sin remedio.
Unidades enteras del Saigón se rendían al paso de los comunistas que avanzaban tomando una ciudad tras otra bajo el lema A las 00:00 del 28 de abril (la Hora H) Saigón fue atacada por todas las direcciones, excepto desde el mar.
Por la Zona Desmilitarizada penetraron más unidades, lo mismo que desde Laos y desde el sureste de Camboya.
Hasta los periodistas quedaron sorprendidos cuando recibieron la noticia de que habían penetrado en el palacio presidencial (los tanquistas vietnamitas tuvieron la cortesía de repetir el acto poco después para que lo pudiesen fotografiar).