República Popular de Benín

La administración territorial fue reformada, con alcaldes y diputados reemplazando las estructuras tradicionales (jefes de aldea, conventos, sacerdotes animistas...).

El primer año de gobierno comunista en Benín estuvo marcado por las depuraciones en el aparato estatal.

Ello contribuyó a endurecer el régimen, que oficialmente se movía hacia el camino de un partido único para el gobierno y la política.

[10]​ La oposición fue silenciada y los presos políticos permanecieron detenidos sin juicio previo durante años.

[12]​ Benín intentó implantar extensivos programas de desarrollo social y económico sin lograr resultados.

[13]​ Los tres expresidentes, Hubert Maga, Sourou Migan Apithy y Justin Ahomadegbe (detenidos en 1972) fueron puestos en libertad en 1981.

Al igual que en la mayoría de países comunistas, la Asamblea Nacional Revolucionaria era nominalmente la instancia más alta del poder estatal, pero en la práctica hacía poco más que certificar las decisiones ya preparadas por Kérékou y la dirección del PRPB.

En 1986, la situación económica en Benín se tornó crítica: el sistema, irónicamente, ya conocido como el marxismo-beninismo,[14]​ recibió el apodo de laxismo-leninismo.

En el aspecto político, las violaciones de los derechos humanos, con casos de tortura y prisioneros políticos, contribuyeron a la tensión social: la iglesia y los sindicatos se opusieron más abiertamente al régimen.

[16]​ Los planes del Fondo Monetario Internacional (FMI) impusieron en 1987 medidas económicas draconianas: 10% de impuestos adicionales sobre los salarios, contratación congelada y jubilaciones obligatorias.

Vista de la Plaza de los Mártires en Cotonú , un monumento en conmemoración de las víctimas del intento de golpe de 1977.
Fotografía de Mathieu Kérékou , presidente de la República Popular de Benín desde su proclamación hasta la llegada del pluripartidismo.