Misil superficie-aire

Para esto, desde muy pronto comenzó a utilizarse la artillería antiaérea, pero esta no siempre obtenía buenos resultados.

Los aviones necesitan ser aeronaves muy ligeras y por lo tanto son muy frágiles; sin embargo, su gran velocidad y su maniobrabilidad no les hacen presas fáciles para las armas antiaéreas; mucho menos si dichos aviones vuelan a gran altura, como los bombarderos estratégicos.

En un principio, el gobierno de Estados Unidos negó el objetivo y misión del avión, pero se vio obligado a admitir su papel en la intrusión aérea cuando la URSS mostró sus restos (sorprendentemente conservados), y más aún, anunció que su piloto, de quien luego se sabría que se llamaba Francis Gary Powers, había sobrevivido a su derribo.

Los misiles guiados por radar pueden atacar casi cualquier avión; pero debido a su porte, precio y requerimientos, no están al alcance de cualquiera.

En contraposición a esto los misiles guiados por infrarrojos, especialmente los portátiles, han sido adquiridos y utilizados no solo por fuerzas armadas sino también por grupos terroristas.

Estas armas son baratas de adquirir, si bien es verdad que un misil de nueva generación puede costar unos 250 000 dólares, un modelo anticuado no supera los 500 dólares por unidad, pudiéndose adquirir en el mercado negro introducidos por los llamados estados irresponsables.

[4]​ La defensa antimisil no es algo muy complicado y se basa en cegar y/o confundir al sistema de guiado.

[6]​ De esta forma entre las contramedidas más habituales están: Así los israelíes desarrollaron a principios del siglo XXI el PAWS.

Las empresas seleccionadas para llevarlo acabó fueron BAE Systems, Northrop Grumman y la United Airlines.

En el caso europeo poco se ha hecho aparte de la iniciativa lanzada por la firma Lufthansa.

Luftansa pretende solventar esta limitación la aerolínea ha presentado una propuesta a EADS, según la cual la empresa constructora se ocupe de la comercialización y venta de los sistemas, mientras Lufthansa Technik instalaría los equipos en las aeronaves.

Entre otras medidas se propone que cada ejemplar tenga una marca que lo identifique y permita su trazabilidad para conocer su fabricante, vencedor e intermediario si fuese preciso; con un sistema similar a como son trazados otros productos, como por ejemplo los medicamentos.

Misil Stinger lanzado desde un vehículo blindado.
Mistral francés en su configuración portátil.
El RedEyes fue uno de los primeros misiles portátiles tierra-aire.
El ataque a un 767 de la línea israelí Arkia hizo tomar conciencia a muchos países del peligro que suponen los misiles tierra-aire fuera de control. En la imagen un 757 de la misma aerolínea.
Las bengalas quizá sean la medida antimisil más conocida, como las lanzadas por este F-15 , pero solo son una más.
En Europa, exceptuando las iniciativas de Lufthansa, poco se ha hecho por defender los aviones civiles.
Amnistía Internacional pide que todas las armas, incluidos los misiles, se controlen y se pueda trazar su comercialización.